Jacobo de Camps Mora / La relación entre carácter y destino en la modernidad a través del mito de las sirenas: de Homero a Kafka y Joyce

Literatura
Vamos, famoso Odiseo, gran honra de los aqueos,

ven aquí y haz detener tu nave para que puedas oír

nuestra voz. Que nadie ha pasado de largo con su

negra nave sin escuchar la dulce voz de nuestras

bocas, sino que ha regresado después de gozar con

ella y saber más cosas. Pues sabemos todo cuanto los

argivos y troyanos trajinaron en la vasta Troya por

voluntad de los dioses. Sabemos cuanto sucede sobre

la tierra fecunda (Homero, trad. 2013: 226).

Ubicada en el canto XII de la Odisea, así suena la melodía sirénica. A pesar de su breve longitud —apenas ocho versos en el original—, el parlamento de las sirenas ha imprimido una fortísima huella en nuestra tradición cultural; tanto es así que la voz “canto de sirena” es recogida por la R.A.E. como “discurso elaborado con palabras agradables y convincentes, pero que esconden alguna seducción o engaño”.