Tariq Anwar / Palabras que no dicen nada

Literatura, Poesía

Una palabra que no dice nada, que se escenifica para no decir nada. Que se destruye sin alcanzar a significar. Fonemas rotos, que alcanzamos a escuchar como si fuesen un todo, pero en realidad, dentro de ese todo sólo está un antiguo pegamento endurecido y quebrado. No hay un entre en las palabras y aún así persiste en alzarse al lenguaje, que se llena de ellas, es decir, se forma como un lenguaje con palabras que no dicen nada.

Tariq Anwar / La visita de Farid

Literatura

En los laberínticos entresijos de la Bagdad del siglo X, se susurró la extraña historia de un hombre conocido solo por el nombre de Farid. De las ondulantes dunas de los parajes más solitarios emergió este anciano, vestido con una sencilla túnica y llevando en su agrietado rostro el peso de los siglos. La presencia de Farid despertó una peculiar inquietud. Un constante zumbido, como el aleteo de un millón de mariposas, acompañaba cada uno de sus pasos, una vibración sutil que parecía penetrar el aire y robarle toda quietud.

Juan Manuel Rivas / Los muertos no escriben, pero sí accionan portales. Comentario literario sobre “Los muertos no escriben” de Emilio Ramón

Literatura

En el panorama actual de la novela nacional se pueden encontrar propuestas que avanzan por diferentes derroteros e inquietudes, muchas de las cuales son difíciles de ser adscritas a un estilo definido. No obstante, la escena independiente ofrece discursos pletóricos de creatividad y exentos de límites estéticos. En este caso la apuesta de Emilio Ramón con su novela “Los Muertos no escriben” brinda aire fresco y nos traslada irrevocablemente a los autores de fines del siglo pasado, con sus discursos embadurnados de impresionantes bandas sonoras, drogas y postmodernismo muy en la senda de autores como Irving Welsh, Nick Hornby o Thomas Pynchon.

Aldo Bombardiere Castro / Divagaciones: parecer(es)

Filosofía, Literatura

Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben, de la misma manera que uno nunca termina de vivir, aunque la muerte sea un hecho cierto. Dentista, cuento de Roberto Bolaño.

¿Qué es la literatura sino aquello que sucede sin suceder? ¿Qué es la literatura sino el inagotable acontecer de un asombro distendido, cuya duración dura lo que tenga que durar y cuyo modo de darse nunca deja de ser, al mismo tiempo, un modo de inventar-se?

Así, la literatura, demandando ser escrita, puede prescindir del mismo hecho de escribirse.

Ana Lía Gabrieloni / La literatura como museo: los jardines entre la naturaleza y la historia

Estética, Filosofía, Literatura

En diálogo con la historia de la pintura formal, pretendemos recuperar y reflexionar sobre la imaginería literaria alojada en musées imaginaires que rehuye las categorías estéticas tradicionales, animando el origen y desarrollo del género para, en cambio, proporcionar un nuevo motivo paisajístico al repertorio clásico de loci horridi. Inusuales o directamente inverificables en la pintura de caballete, los jardines en ruinas tal como están descritos en dos novelas de Gustave Flaubert y Virginia Woolf sugieren considerar la función restauradora/museística de la literatura en el seno de la cultura visual. A la vez, estos jardines de extraordinaria originalidad, que pueden verse como “paisajes de devastación”, reclaman una historia del arte irrestricta e inclusiva, alternativa a la canónica que los omite hasta comienzos del siglo pasado. Así pues, proponemos concebir una historia natural del arte que permita reconocer y pensar las imágenes no solo a través de la literatura y la pintura, sino también a través de la historia de la naturaleza y la historia de la humanidad, mas no como diametralmente opuestas sino mutuamente complementarias. Entrelazadas y determinándose crucialmente una a la otra como en la novela Nevermore (2021) de la escritora y traductora francesa Cécile Wajsbrot, quien reconoce en la naturaleza abandonada a sí misma en el jardín de “Time Passes” de Woolf la imagen más “inquietante y trágica” de la devastación en la historia.

Giorgio Agamben / Elogio de un escritor

Filosofía, Literatura

El 30 de mayo de 1939 fue enterrado en el cementerio de Thiais, en París, un hombre cuyo funeral había sido bendecido por un sacerdote católico, aunque nunca había sido bautizado. Era judío, pero sus amigos judíos renunciaron a recitar el Kaddish. Probablemente había muerto de delirium tremens, pero los médicos diagnosticaron un síncope. Era ciudadano de la república austriaca, pero se declaró súbdito de los Habsburgo.