Barry Lyndon es una película dramática de época de 1975 escrita, dirigida y producida por Stanley Kubrick, basada en el libro de 1844 “La suerte de Barry Lyndon” de William Makepeace Thackeray. Protagonizada por Ryan O’Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee, Leonard Rossiter y Hardy Krüger. La película cuenta la historia de un irlandés del siglo XVIII que intenta abrirse camino en la sociedad cortesana de la época a través de su matrimonio con una viuda rica, ambientada en Inglaterra, Alemania e Irlanda durante la Guerra de los 7 Años (que se libró entre Francia e Inglaterra). La fotografía de la película es sublime e innovadora y se basa únicamente en luces naturales. Las escenas se rodaron íntegramente a la luz de las velas y se inspiraron en los cuadros de William Hogarth, un pintor inglés. Barry Lyndon ganó 4 Oscars, a la mejor banda sonora, a la mejor música original y a la mejor adaptación, al mejor diseño, a la mejor dirección artística y a la mejor fotografía.
Individuación
Claudia Aguilar / El modo infinito que es un individuo. La faz de todo el universo en la filosofía de Spinoza
FilosofíaEl análisis de los modos infinitos spinozianos ha sido muy variado. Mi intención es resaltar la pertinencia de los modos infinitos sin negar su peculiaridad, es decir, sin confundirlos tanto con los modos finitos como con la sustancia. La hipótesis que me interesa defender es, en primer lugar, que los modos infinitos son eternos y no sempiternos. En segundo lugar, que los modos infinitos, en particular la faz de todo el universo, son imprescindibles a la hora de pensar las relaciones parte-todo, sustancia-modos, sustancia-modos finitos e, incluso, las relaciones intramodales.
Miguel Penas López / El concepto de potencia en Simondon. Hacia una fiolosofía horizontal de los afectos
FilosofíaEn este artículo, exploramos las posibilidades que nos ofrece la filosofía de la individuación de Simondon para subvertir las divisiones ontológicas entre materia y pensamiento, y entre materia inerte y materia viva. Para ello, partimos de la transformación del concepto de potencia operado en su filosofía respecto a la concepción clásica, con el fin de desarrollar el concepto de una estructura auto-actualizante que atraviesa todas las dimensiones de lo real. Nos detenemos a continuación en las diferencias que observa Simondon entre la individuación física y la individuación biológica, centrándonos en el papel que juega en ellas la noción de afectividad. Finalmente, delineamos los desarrollos actuales de una filosofía de los afectos, conectándolos con la filosofía de Simondon pero mostrando a la vez en qué medida nos obligan a ir más allá de ella.