Gerardo Muñoz / ¿Democracia o Anarquía?

Filosofía, Política

En las últimas semanas hemos leído estupendos textos sobre la lectura que periódicamente viene haciendo Giorgio Agamben en su rúbrica de Quodlibet. Pienso en textos de los amigos Rodrigo Karmy, Alberto Moreiras, Lucia Dell’Aia, o Mauricio Amar; todos ellos ayudan a poner en su lugar la inmerecida hostilidad de los críticos ante el pensador italiano. Esta hostilidad rara vez abre un desacuerdo real de pensamiento, sino que más bien termina inscribiéndose en una abierta descalificación o simplemente incomprensión de su gesto. Hasta ahora no me interesaba decir nada en el debate, porque no veía un problema central, pero creo que ahora se hace más discernible, al menos para mi. Y este problema tiene dos niveles: el problema de la democracia y el problema de la universidad. Intentaré desplegarlos en este breve comentario como una mínima contribución a la conversación en curso.

Rodrigo Karmy Bolton / Velocidades mutantes 6. La universidad telemática

Filosofía, Política

Pedazos de palabras, ritmos ensordecidos, cuerpos encerrados; el presente ha llegado a la boca del lobo. Los pasajes que presentamos a continuación son derivas de un “gran encierro” que contempla a través de la ventana la mutación radical y veloz del mundo en el que vivimos.

LA UNIVERSIDAD TELEMÁTICA

(o Agamben tiene razón, por eso apesta)

En la entrega número 4 de Velocidades Mutantes publicada bajo el título “El Gesto socrático. Agamben y el affaire pandémico” en Ficción de la Razón trabajé la tentativa de pensar las últimas intervenciones de Giorgio Agamben publicados en Quodlibet bajo la noción del “gesto socrático” como aquél que lleva la dimensión parresiasta de la filosofía a su extremo que vuelve a los filósofos personajes insoportables para el consenso prevalente. Pero quien ha sido objeto del odio de la ciudad no lo es gratuitamente1. Algo en sus gestos y palabras lo han llevado a eso: Agamben ha pasado a ser él mismo un apestado: tiene razón en lo que dice, por eso apesta. Me interesaría ir más allá de su texto y plantear la discusión de fondo que, me parece, Agamben ha vuelto a poner en la palestra: la cuestión de la Universidad.

Gerardo Muñoz / “La inversión no es una estrategia”. Una conversación con Jacques Camatte

Filosofía, Política

Jacques Camatte fue una de las figuras más relevantes en los debates teóricos del comunismo italiano de los setenta y temprano vaticinador del agotamiento del horizonte de la revolución. Autor de un sinnúmero de ensayos sobre la naturaleza del capital (El capital total: sobre el capítulo VI inédito de El Capital, Contra la domesticación, La errancia de la humanidad, o Éxodo del mundo) y fundador de la importante revista Invanriance, el pensamiento de Camatte habita sobre el intempestivo signo de la extinción de la especie y la comunidad originaria (Gemeinwesen) en la deriva de la absolutización antropomórfica del capital en su despliegue ilimitado y totalizador. Para Camatte el fin de la lógica del capital coincide con su dominación total como proceso de subjetivación.

Leonardo Caffo / Manifiesto por un después que fue antes

Filosofía, Política

En 2017, publiqué “Fragile Umanità” (La frágil humanidad) con Einaudi, en la que sostuve que la humanidad había llegado al punto de colapso y que nuestro nicho ecológico, nuestra vida “normal”, se desmoronaría bajo el peso de una epidemia, un problema ambiental o una mala gestión general de nuestros recursos. La fragilidad del Homo sapiens debe entenderse de dos maneras: (1) conceptual / no sabemos realmente qué es la “humanidad”, donde comienza y termina la extensión de este concepto, no entendemos cuál sería el mejor modelo para los humanos (por ejemplo: ¿qué problemas podrían tener los yanomami con el Covid-19? ¿No es un recurso para ellos?); (2) objetivo / no sabemos cuándo cederá la humanidad, habiendo interpretado el progreso como un continuo empuje de los límites y recursos de la humanidad y del planeta.

Bernadette B. Vincent y Sébastien Ecorce / Coronavirus: Lecciones de una fábula

Filosofía, Política

Esto puede parecer cruel: he aquí un intruso que desafía el juego democrático porque aumenta su virulencia justo en el momento de las elecciones; que se permite paralizar el libre juego del mercado cerrando algunas bolsas de valores; que interrumpe abruptamente el largo y evolutivo tiempo de aprendizaje cerrando escuelas y universidades, bloqueando exámenes y concursos. La interferencia de estas líneas de vida incompatibles altera los sensibles equilibrios de nuestras formas de estar en el mundo.