El objeto de análisis de este artículo son las Tesis de la Filosofía de la Historia (1940) de Walter Benjamin, que consisten en una crítica mordaz al historicismo, fascismo y marxismo de su época. Presentan un carácter fragmentario y poético, y se apoyan al tiempo en el materialismo frankfurtiano y la teología judía. Esta original orientación compone una filosofía de la historia alternativa cuyo núcleo de crítica se encuentra, ante todo, en el mito del progreso. Contra esta idea inmovilista propone Benjamin una historia que rescate del pasado a las víctimas silenciadas por los opresores: el presente debe hacer justicia.