En Ficción de la razón, escuchemos el disco The Blue Beyond de la artista sonora y compositora noruega Jana Winderen. Se trata de una experiencia marítima, con grabaciones de campo en las costas y aguas de Miami, del Mar de Barents alrededor del Polo Norte y los Océanos Tropicales, exponiendo la presencia sonora de hábitats marinos profundamente intervenidos y dañados por los humanos.
Música
Gerald Eckert / Absence (mode320)
MúsicaViernes de música en Ficción de la razón. Escuchemos el disco Absence (mode320) del compositor alemán Gerald Eckert (1960). El juego de percusiones y flautas mediados por entornos oscuros creados con instrumentos electrónicos nos lleva a una escucha intensa y atenta las variaciones y cambios. El disco está compuesto por cuatro obras, den angestoßenenen Augen der Steine (2014) para contrabajo-clarinete, violín, electrónica en directo y cinta; traces éloignées (2007) para 4 flautines y 2 percusionistas (con Ensemble L’art pour l’art, Gerald Eckert, director); Annäherung an Petrarca (2006) para 4 voces, flauta y violonchelo (con Auditivvokal Ensemble, Olaf Katzer, director); y außen, von tief innen (2015) para flauta baja, contrabajo-clarinete y violonchelo con el Ensemble Reflexion K.
William Basinski / The Clocktower at the Beach (1979)
Música, SonidoWilliam Basinski es un artista que no necesita presentación. Sus obras elegíacas en bucle son hipnóticas y constituyen una piedra angular de la música ambiental y de vanguardia del siglo XXI. The Clocktower at the Beach es una obra de archivo inédita de 42 minutos compuesta y grabada en 1979 durante su estancia en San Francisco. A veces tenue y otras estruendoso, este zumbido difuso y brumoso es un tumulto de flujos y reflujos. Compuesta a partir de bucles de cinta de grabaciones originales de fábricas del turno de noche y de televisores rotos de los años 50, rescatados de la calle por su compañero, el artista James Elaine, en su escaso apartamento de Haight Street, The Clocktower at the Beach es una de las obras más tempranas e inquietantes de Basinski.
Rodrigo Karmy Bolton / SHUHADA SADAQAT. Sinead O´Connor y la gestualidad del testimonio
Filosofía, Música, PolíticaEn su clase del 29 de febrero de 1984, después de haber planteado el problema del modo en que la parrhesía –el riesgoso “decir veraz”- podía expresarse en un sentido aletúrgico a la luz del cínico, Michel Foucault ofrece un pequeño pasaje que, me parece, resulta clave para lo que nos proponemos: “La expresión mártyron tes alethéias (ser el testigo de la verdad) es tardía, pero creo que podemos recurrir a ella para caracterizar, en el fondo, lo que fue el cinismo en la Antigüedad y sin duda lo que será esa especie de cinismo que se puede encontrar a lo largo de la historia de Occidente a través de diferentes perfiles. Mártir de la verdad, entendido en el sentido de “testigo de la verdad”: testimonio dado, manifestado, autentificado por una existencia, una forma de vida en el sentido más concreto y material del término, testimonio de verdad dado por y en el cuerpo, el vestido, el modo de comportarse, la manera de actuar, de reaccionar, de conducirse.”1 Posiblemente este pasaje sea uno de los pocos donde Foucault se refiere a la figura del mártir. Desde su lectura, éste se inscribe al interior de la línea abierta por el cinismo cuya característica más decisiva habría sido la de situar la cuestión de la verdad no en el “decir veraz” de la parrhesía como en el “cuerpo” donde ésta aparece “dado por y en el cuerpo”.
Bana Haffar / Genera
Música, SonidoViernes de sonidos en Ficción de la razón. Exploremos el disco Genera de la artista libanesa Bana Haffar. Es la grabación de una presentación en vivo en el AB Salon de Bruselas. Nos embarcamos aquí en un viaje que pone de manifiesto el dominio de Haffar de la composición modular, así como su capacidad para crear paisajes sonoros texturizados e improvisados.
Jana Irmert / Time Piece
Música, SonidoViernes de sonidos. En Ficción de la razón presentamos la pieza Time Piece de la Compositora y artista sonora alemana Jana Irmert. El agua, los entornos acuáticos aparecen aquí para fluir en capas sonoras entremezcladas con la composición musical. Es el océano como objeto sonoro que nos permite abrir nuevos mundos, reimaginados, precisamente cuando no sólo hemos dejado de escuchar, sino que por todos los medios intentamos borrar sus sonidos con la muerte de sus habitantes. Con esta pieza abrimos la urgencia de escuchar.