Barry Lyndon es una película dramática de época de 1975 escrita, dirigida y producida por Stanley Kubrick, basada en el libro de 1844 “La suerte de Barry Lyndon” de William Makepeace Thackeray. Protagonizada por Ryan O’Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee, Leonard Rossiter y Hardy Krüger. La película cuenta la historia de un irlandés del siglo XVIII que intenta abrirse camino en la sociedad cortesana de la época a través de su matrimonio con una viuda rica, ambientada en Inglaterra, Alemania e Irlanda durante la Guerra de los 7 Años (que se libró entre Francia e Inglaterra). La fotografía de la película es sublime e innovadora y se basa únicamente en luces naturales. Las escenas se rodaron íntegramente a la luz de las velas y se inspiraron en los cuadros de William Hogarth, un pintor inglés. Barry Lyndon ganó 4 Oscars, a la mejor banda sonora, a la mejor música original y a la mejor adaptación, al mejor diseño, a la mejor dirección artística y a la mejor fotografía.
Mes: julio 2022
Fedde ten Berge / De la naturaleza y las cosas
Arte, SonidoFedde ten Berge es un artista sonoro holandés de orientación interdisciplinar, cuyas obras investigan el uso de diferentes tipos de materiales. Recientemente, ha trabajado con el experto en cerámica Frank van Os para investigar las cualidades de resonancia y la capacidad eléctrica de la cerámica. Tres de ellas forman la colección “Of Nature and Things”: instalaciones en las que se invita al público a tocar físicamente el material.
En cada obra la cerámica se combina con otro objeto de otro material. Algunos de los materiales se mantienen fieles a su forma natural, como el bloque de madera en el caso de El baúl. En el caso de La seta, se toca una superficie húmeda y lisa con las manos o un mazo. El Huevo tiene la forma más extraña, y está pensado principalmente para ser tocado por proximidad, como un theremín.
Riccardo Venturi / Solastalgia, o las emociones de la Tierra
Estética, Filosofía, PolíticaExpresar el desánimo
Hunter Valley, Nueva Gales del Sur, al norte de Sidney: una zona boscosa devastada por las minas de carbón y las centrales térmicas, un paisaje arrasado por los incendios forestales de septiembre de 2019, que fueron controlados tras 240 días. Los habitantes de la región se enfrentan a la destrucción de un horizonte que, como tal, consideraban inmutable, al menos durante su vida. El horizonte, nos parece, está ahí para orientarnos; que desaparezca de repente crea un vacío difícil de llenar y expresar con palabras. Entre los miembros de la comunidad se encuentra el filósofo Glenn Albrecht, que ahora tiene 64 años y, tras jubilarse de la Universidad de Newcastle (Australia), se trasladó con su pareja a una granja. Es él quien da nombre a lo que sufre la comunidad: la solastalgia.
Álvaro Luque Amo / Coraje de la verdad y escritura autobiográfica en “La muerte del padre” de Karl Ove Knausgård
Filosofía, LiteraturaEl siguiente trabajo analiza el carácter autobiográfico de La muerte del padre, obra de Karl Ove Knausgård. Partiendo de las tesis de Manuel Alberca y Michel Foucault, se puede interpretar esta obra como un texto que se ajusta al concepto establecido por Lejeune, relacionado con el pacto pragmático entre autor y lector, para la definición de autobiografía. A ello se le añade la posibilidad de emplear la idea foucaultiana del coraje de la verdad para establecer una diferenciación entre las etiquetas de autobiografía y autoficción, que se llevará a cabo a partir del análisis de La muerte del padre.
Aldo Bombardiere Castro / Nunca he leído a Averroes
Filosofía-Si bien no soy especialista en el autor, pienso que…
¿Adónde apuntaría el tono de esta frase preventiva? ¿Lo haría hacia la legitimidad que el autor y sus comentaristas (la autoridad de una tradición) impondrían sobre la lectura de un libro, sobre la experiencia de pensar e imaginar gracias a un libro? En cuanto lectores, ¿hemos sido lo suficientemente agudos a la hora de luchar contra el orden disciplinar, contra las órdenes ordenadas por las disciplinas y los relatos que a ellas estructuran y las coordenadas con que diagraman la vida? ¿Por qué nos tiembla la mano incluso cuando acariciamos nuestra participación en lo que amamos, nuestro extravío en lo que amamos y nos da qué pensar? ¿Cómo puede ser posible que al momento de un erotismo inconfesable y sin deuda, nos embargue la vergüenza de no sentirnos apropiados para pensar-amar la potencia imaginal que (se) abre (junto a) un autor, que se filtra a través de un autor cualquiera? ¿Acaso esto no se debe a que también nos creemos autores de nuestras palabras, y que esas palabras son nuestras y, por ende, vienen a hablar por nosotros, por nuestra supuesta esencia e identidad? Al menos por un par de horas al día, ¿dejaremos de ser tan cómodos o cobardes? ¿Nos atreveremos a soltar la autoría que se escapa de nuestras palabras, especialmente de nuestras palabras en referencia a un autor de referencia, especialmente de nuestras palabras que al atestiguar un carácter no-especialista sólo idolatran la misma especialización de la cual, con falsa humildad o con solapada envidia, nos consideramos dignos e indignos? ¿Estamos dispuestos a des-apropiarnos de las palabras que nuestra boca reproduce, estamos dispuestos a contemplar el abismo de una boca monstruosamente abierta, origen sin fondo ni fundamento, que deroga la falacia del dentro y el afuera, de lo propio y de la apropiación?
Mauro Salazar J. / Antes de Marx. La ideología en su escena originaria.
Filosofía, PolíticaAl pálido luto…
En la biblioteca de las ciencias sociales pocas nociones resultan tan controvertidas como las de ideología o “pensamiento ideológico”. Ello se explica, en parte, por la significación original que esta noción adquiere bajo el horizonte racionalista, a saber, la ideología emerge –contra el credo popular- como una “ciencia objetiva” de la naturaleza que se expresa mediante una epistemología (de la visión) basado en el mecanismo infalible de la empiria. Por ello, no debemos perder de vista que el nacimiento de este término (multívoco) alcanza su máxima expresión bajo las tesis de Francis Bacon referida a la deformación -anti/ideológica que padecen los hombres en su comunicación cotidiana, por cuanto el llamado teatro de los ídola (Novun Organum) no les permite acceder a la verdadera esencia de las cosas.