Sobre Averroes. Acerca de la felicidad del alma. DobleAEditores, Santiago de Chile, 2022
1.- El cerezo
Al principio de “La ideología alemana”, Marx y Engels acometen una tarea crítica inmediata: ir más allá del materialismo de Feuerbach. Para ello, señalan con fuerza que el filósofo alemán ha acertado parcialmente, por cierto, al desplazar el principio teológico por el antropológico, pero ha errado en la medida que: “(…) no ve que el mundo sensible que le rodea no es algo directamente dado desde toda una eternidad y constantemente igual a sí mismo, sino el producto de la industria y del estado social, en sentido que es un producto histórico, el resultado de la actividad de toda una serie de generaciones, cada una de las cuales se encarama sobre los hombros de la anterior, sigue desarrollando su industria y su intercambio y modifica la organización social con arreglo a nuevas necesidades (…) Así, es sabido que el cerezo, como casi todos los árboles frutales, fue transplantado a nuestra zona hace pocos siglos por obra del comercio y por medio de esta acción de una determinada sociedad y de una determinada época, fue entregado a la “certeza sensorial” de Feuerbach”.