Andrea Cortellessa / Fantasma de amor

Filosofía

Quien busque a Guido Cavalcanti en Wikipedia, lo encontrará definido como “un poeta y filósofo italiano del siglo XIII” (y más adelante, en la “entrada”, se recuerda la definición que de él hizo Boccaccio: “el mejor erudito que tuvo el mundo”). Y ello a pesar de que ninguna de sus obras doctrinales -si es que compuso alguna- ha llegado hasta nosotros. Pero no es necesario; es la sustancia de su poesía la que es filosófica: en un nivel que sólo alcanzará el discípulo que lo “echará del nido”, Dante, y luego Leopardi. Una “línea” que de nuestra tradición literaria es la columna vertebral, como podemos ver, pero que en términos cuantitativos siempre ha sido muy minoritaria. El problema es que la koinè idealista (empezando, si nos fijamos bien, por el propio Hegel, el poeta refoulé…) siempre ha mantenido en gran desconsideración lo que Heidegger llamaría “pensamiento poético”: una koinè encarnada por nosotros de una vez por todas por el “alcalde de la literatura italiana” (como le insultó Manganelli), De Sanctis, que alabó a Cavalcanti a pesar de sus intereses filosóficos. Pero, más o menos declarada, aún hoy prevalece, para la poesía que se hace, la concepción de que los autores como Guido son “artistas y poetas sin quererlo ni saberlo”: una tesis que, según Gianfranco Contini, debería ser “más o menos derribada”.

Claudio Aguayo / Cuatro hipótesis sobre el averroísmo

Filosofía

Cuando saltamos de las definiciones clásicas del pensamiento a la teoría averroísta sobre el intelecto, nos encontramos con un profundo abismo. Percibimos que en ese aparato ruidoso al que llamamos “historia de la filosofía”, el problema mismo del pensamiento como estructura singular del modo de ser “humano” (o animal) no ha sido radicalizado en absoluto. Por ejemplo, Hegel: no tiene ninguna posibilidad de pensar la singularidad del pensamiento. Al definir al pensamiento como lo más universal lo que ha hecho, en el fondo, es subsumir la singularidad en el modo de la “determinación” (Bestimmtheit), de la “cualidad” de la sustancia plástica-estratificada del pensamiento-método que tiende a su auto-reconciliación.

Emanuele Coccia / La cosa en el pensamiento

Filosofía

La filosofía muchas veces ha tomado nota de su existencia, pero con el mismo espíritu distraído y negligente con el cual los teólogos antiguos pasaban revista de las divinidades y las herejías del pasado «pagano». Obsesionan al pensamiento mucho más de cuanto lo hace aquello que puede ataviarse con el título de “realidad” y de todo cuanto se jacta del prestigio de la evidencia. Son aquéllos que la metafísica, con un nombre al mismo tiempo irónico y revelador llama desde siempre “entes de razón” (entia rationis), casi como si la razón tuviese que ver sobretodo con ellos, casi como si solamente ellos constituyesen la verdadera Cosa del pensamiento. Un catálogo exhaustivo de éstos está lejos de haber sido ya compilado.

Nuevo número de Thémata, Revista de filosofía dedicado a Leonardo Polo

Filosofía

Acaba de aparecer el número 50 de Revista Thémata -vinculada a la Universidad de Sevilla- dedicado al filósofo español de raigambre cristiana Leonardo Polo. Muy interesante resulta la variedad de artículos dedicados a la intelección como problema filosófico, primero desde una mirada al concepto en diversos pensadores antiguos, medievales y modernos y luego en el mismo Polo. La revista tiene, además, tres artículos, seis reseñas bibliográficas y dos semblanzas dedicadas exclusivamente a Leonardo Polo, conocido por su teoría del límite mental humano.