En este trabajo buscaremos proponer un encuentro entre Gilles Deleuze y Paul Klee. Para esto, en primer lugar, consideraremos el concepto de repetición propuesto por Deleuze en el segundo capítulo de Diferencia y repetición; a través de este, el autor francés buscará dar cuenta de la generación de la experiencia del tiempo y, al mismo tiempo, preguntar por el estatuto de la misma. Luego de haber considerado el rol de la experiencia de la repetición, problematizaremos la imagen de ella misma al considerar orgánicamente lo que experimentaría en el límite de sí; y para esto, introduciremos la noción de membrana. Pues bien, si dicha noción complejiza la desenvoltura de la experiencia de la repetición, propondremos volver a problematizarla a través de una noción de ritmo que encontraremos desarrollada en Paul Klee, lo que implicará preguntar por la relación entre arte y naturaleza desde una perspectiva cosmogenética.
Imagen
Aldo Bombardiere Castro / Divagaciones: Imagen
Estética, Filosofía, PolíticaHablábamos en torno a la imagen. Como no la teníamos presente, hablábamos de ella, cerca y acerca de ella. Quizás, por lo mismo, no buscábamos anclarnos a su centro trasladando a registro conceptual la presunta evidencia de su mensaje; de seguro, por lo mismo, tampoco soñábamos perdernos más allá de su periferia o proyectar nuestro eros desprovisto de objeto como si la imagen fuera un mero recipiente vacío y dispuesto a satisfacer esa voluntad que le concedería absoluto sentido desde cada sujeto. No se trataba de lo uno ni de lo otro; se trataba de lo uno y de lo otro, pero en cuanto otro más: de un indelineable. Indelineable sobre y más allá del cual el encuentro entre la consistencia irrefutable de lo representado (por ejemplo, el perro hundiéndose en Goya, que no puede dejar de ser un perro) y el deseo espontáneo de interpretarlo para sobreinterpretarlo y transgredirlo (la angustia ante una irremediable vejez, que es la vejez de Goya pero también de la pintura figurativa y del arte al servicio de la Corte) fricciona su propio abrazo, hunde el encuentro de dos dimensiones en una profundidad turbia, opaca y resistente, donde quienes se abrazan, quienes se tocan, saben que sólo han de abrazarse porque en el otro hay algo intocable que dicho abrazo quiere y no puede tocar.
Tariq Anwar / De pronto, una imagen
Estética, FilosofíaImagina que existiera una imagen digital que te hiciera detener la mirada, quiero decir, que verla implicara mirarla, que tus dedos se vieran imposibilitados por el deseo de pasar sobre ella para ir a la siguiente imagen. Una imagen que está disponible a ser ya pronto cambiada por otra y que sin embargo se resiste. La miras con detención y sientes que esa imagen está, de alguna manera y por extraño que parezca, ligada al amor. O sea, que esa imagen no es sólo ella, sino que se vincula con una cosa exterior a ella, en este caso, el amor. Como ocurre con cualquier relación, en ella habita no más una exterioridad que una exteriorización. El amor también bebe de esta imagen. Tu percepción del amor y de la imagen se confunden, pues cada uno, siendo cosas diferentes, permanecerán habitándose y, por supuesto, habitándote.
Eyal Weizman y Monica Biancardi / La imagen (in)fiel
Estética, PolíticaCon motivo de la quinta exposición de Arquitectura Forense, celebrada en el Museo de Luisiana de Copenhague del 20 de mayo al 23 de octubre, me reuní con el fundador de Arquitectura Forense, Eyal Weizman, y le hice algunas preguntas.
MONICA BIANCARDI: Cuando nos reunimos de nuevo en abril en Ramala, también con Yazid Anani, director artístico de la Fundación Qattan, nos confirmó que había aceptado exponer en el Museo de Luisiana. Es uno de los más bellos museos de arte contemporáneo del mundo, que ocupa una lujosa y luminosa casa de campo con grandes ventanales y un hermoso jardín, fácilmente accesible desde Copenhague. El jardín, repleto de arte, tiene vistas al mar Báltico y, mientras consumes allí tu bocadillo estrictamente con chaqueta, observas a los niños nórdicos bañándose en el mar rizado por el viento. Todo esto es un poco vertiginoso y me gustaría saber cómo la Arquitectura Forense, que cruza la arquitectura, el derecho, el periodismo y los derechos humanos, ha dialogado con espacios similares…
EYAL WEIZMAN: El museo es único por la forma en que interactúa con el paisaje, y lo hace de forma suave. Por lo general, durante las exposiciones creamos un foro para permitir un debate con los presentes y con los supervivientes de los acontecimientos que examinamos, ofreciendo así varios puntos de vista. A partir de los datos recogidos en las entrevistas, abordamos los aspectos culturales, políticos y estéticos, situándolos en un contexto histórico más amplio. Ejemplo: cuando hicimos la exposición en la Ciudad de México sobre los 43 estudiantes desaparecidos tras participar en una manifestación en septiembre de 2014, a través de los testimonios de los sobrevivientes construimos una plataforma interactiva sobre los acontecimientos invitando a los padres a intervenir, para poder reclamar al Estado las respuestas que nunca obtuvieron, y denunciar la corrupción y la prevaricación. O en Londres invitamos a personas, que generalmente no asisten a las exposiciones, para reconstruir la investigación del brutal asesinato del joven Mark Duggan por las fuerzas del orden. En Fráncfort nos centramos, en cambio, en el asesinato por parte de un nazi de unos inmigrantes en el barrio de Hanau, y en la implicación de la policía que sembró el terror. También en este caso, la denuncia provino de la población afectada.
Aldo Bombardiere Castro / Palabras e imágenes. Tres divagaciones imaginativas
Estética, Filosofía, Literatura1
Rebotan y circulan. Tras algunos días, las palabras se van haciendo carne, pero también excarnándose, remitiéndonos a otros lares que exceden su propia referencia. Las escuchamos o vemos en una pantalla antes de dormir y, como si se tratase de un hechizo, vuelven al día siguiente, a las semanas, en cualquier lugar, adheridas al filo de un vidrio, contaminando el el vapor aséptico de una ducha desterrada o en el furtivo silencio que se posa sobre el almuerzo familiar. La psiquis no conoce de interiores y exteriores, de compartimentos y correspondencias. Pareciera que la intensidad y pluralidad insinuada en los bordes de una imagen o las constelaciones trazadas por un cúmulo de palabras, siempre fuesen más que una asociación azarosa o arbitraria, dependiente de la casualidad o de la mera voluntad, pero -y he ahí su vértigo y fascinación- sólo nos parece eso: nunca lo podremos comprobar. Como si el “como si” fuese la aparición de nuestra propia imagen. He ahí, tal vez, el sentir el sentido.
Federico Ferrari / La imagen, el niño
Estética, FilosofíaFuente: Antinomie.it
El niño baila, da vueltas, no puede parar. Por otro lado, ¿por qué parar si puedes seguir girando, si el movimiento se te sube a la cabeza? ¿Por qué debería detenerme, si ya no soy yo quien gira, sino que es la habitación, el mundo, el que gira a mi alrededor?
El niño sabe que es observado y ser visto da alegría, tanto como ser visto, tanto como darse a ver. La niña actúa, pero su actuación no tiene distancia: está toda dentro de su papel, toda fuera de sí misma, fuera del centro de gravedad de su identidad. Al igual que la imagen que no tiene interioridad pero es completamente visible, el bebé también está completamente expuesto en su superficie luminosa. El infante es el lugar de la imagen, es su apertura, es el instante en que la imagen infantil (sin palabras) se desprende del mundo para convertirse en otro, otro mundo, mundo al cuadrado.