En este trabajo buscaremos proponer un encuentro entre Gilles Deleuze y Paul Klee. Para esto, en primer lugar, consideraremos el concepto de repetición propuesto por Deleuze en el segundo capítulo de Diferencia y repetición; a través de este, el autor francés buscará dar cuenta de la generación de la experiencia del tiempo y, al mismo tiempo, preguntar por el estatuto de la misma. Luego de haber considerado el rol de la experiencia de la repetición, problematizaremos la imagen de ella misma al considerar orgánicamente lo que experimentaría en el límite de sí; y para esto, introduciremos la noción de membrana. Pues bien, si dicha noción complejiza la desenvoltura de la experiencia de la repetición, propondremos volver a problematizarla a través de una noción de ritmo que encontraremos desarrollada en Paul Klee, lo que implicará preguntar por la relación entre arte y naturaleza desde una perspectiva cosmogenética.
Ritmo
Cristóbal Durán Rojas y Felipe Kong Aránguiz / Una coexistencia rítmica para las duraciones (entre Bergson y Deleuze)
FilosofíaLa intención del presente artículo es reexaminar el concepto bergsoniano de Duración entendido como coexistencia de niveles de multiplicidad heterogéneos. Si bien dicho concepto ha sido pensado a partir de una comprensión que podría ser caracterizada como continuista, el mismo Bergson evitará confundir dicha continuidad con la idea de homogeneidad. Intentaremos mostrar que la determinación del concepto de Duración se alcanza al definirla como tensión o entrelazamiento entre sucesión y simultaneidad, y por consiguiente, como una multiplicidad que hace coexistir diferentes flujos de duración. Para ello, Bergson propone la existencia de un Tiempo impersonal y único como base para la relación entre duraciones. Nuestra hipótesis es que esta misma situación puede entenderse mejor si se articula el concepto de ritmo en la obra de Deleuze, concepto ligado íntimamente a las nociones de duración y coexistencia. Mediante los movimientos de contracción, dilatación, reunión y división, el ritmo opera junto a las duraciones disponiéndose como un campo de relación, pudiendo ocupar el lugar que había sido asignado al Tiempo único.