I. «Ícono». El espacio pictórico es la preocupación central de la pintura de Laura Carralero, aunque esto sólo se valida en la medida en que aceptemos su presupuesto: la operación del ícono. El imperio icónico ha sido elevado a tal altura en la apoteosis civilizatoria de nuestro presente (advertising, funcionalidad, señalética, diseño), que olvidamos que la querella bizantina se originó como regulación de la proskynesis timetike (adoración trascendental) entre la imagen redentora del Cristo y la sustancia racional de la naturaleza [1]. Como ha mostrado Gerhart Ladner, un erudito de la controversia iconoclasta, la unidad icónica constituía el pasaje entre la revelación del Cristo y la temporalidad del Mesías hasta la segunda hipóstasis. El ícono producía la iluminación de la forma. En manos de Carralero la iconostasis ya no promete salvación, sino que evacúa el tiempo de espera en una historia consumada y pobre en mediaciones simbólicas o plásticas. La tarea de la pintura admite el cese de la temporalidad para entrar la mirada en el umbral de la proskynesis timetike. Se trata de un desalojo que da lugar no tanto a una economía de las cosas de este mundo, sino a aquella morada que no depende de los subrogados de la actividad metafórica. De ahí que la iconicidad evasiva de los cuadros de Carralero sean el reverso de la fuerza icónica que hoy organiza el ámbito de la moral metropolitana. La publicidad admite el juego de las cosas (res), pero siempre y cuando ésta sea traducida en objeto.
Artes visuales
Tariq Anwar / De pronto, una imagen
Estética, FilosofíaImagina que existiera una imagen digital que te hiciera detener la mirada, quiero decir, que verla implicara mirarla, que tus dedos se vieran imposibilitados por el deseo de pasar sobre ella para ir a la siguiente imagen. Una imagen que está disponible a ser ya pronto cambiada por otra y que sin embargo se resiste. La miras con detención y sientes que esa imagen está, de alguna manera y por extraño que parezca, ligada al amor. O sea, que esa imagen no es sólo ella, sino que se vincula con una cosa exterior a ella, en este caso, el amor. Como ocurre con cualquier relación, en ella habita no más una exterioridad que una exteriorización. El amor también bebe de esta imagen. Tu percepción del amor y de la imagen se confunden, pues cada uno, siendo cosas diferentes, permanecerán habitándose y, por supuesto, habitándote.
James Medcraft / Octave
Música, VideosOCTAVE es una exploración del mundo urbano hecho nuevo a través de la reordenación del tiempo físico. La noción del tiempo como un medio físico, tangible y maleable ha sido siempre una gran influencia en mi trabajo. Al reordenar y distorsionar el tiempo, “OCTAVE” es una exploración de la frenética arquitectura, ritmo y geometría de Hong Kong. Filmada desde un vehículo en movimiento, la película utiliza el movimiento y el tiempo para crear un lienzo arquitectónico que evoluciona sin interrupciones, contemplando el entorno urbano desde una perspectiva única.
Mauricio Amar / La casa de Sabastiya
Arte, EstéticaUna obra de Nabil Anani (Palestina, 1943) titulada Sabastiya me resulta de especial interés. En ella se puede ver una casa en lo alto de un cerro, rodeada por árboles. Para el espectador, la pintura se muestra como un camino largo que tendría que hacerse para llegar arriba y poder acceder a la casa. Camino que tiene escalones naturales cubiertos de más árboles. Sabastiya o Sebastia se encuentra en Nablus, ciudad controlada por la Autoridad Palestina, pero gran parte de sus terrenos han sido expropiados por Israel, incorporándolos a la zona C de Cisjordania, donde el Estado sionista controla militar y administrativamente el lugar. Con estos datos en mente, al apreciar la obra de Anani, pienso en la casa como una forma imaginada, refulgente de colores. Una casa como imagen poética, radicada en la infancia, esa que, como dice Bachelard, terminará repitiendo todas las casas en que habitemos nuestra vida.
Aldo Bombardiere Castro / Tres escenas republicanas (III): Verbo América (1996) de Roberto Matta
Estética, Filosofía, PolíticaÚltima escena republicana. Podrían haber sido más. También podría no haber sido ni siquiera una. Pero el con-vivir no conoce de últimos ni de primeros, de monumentos ni memoriales: es memoria en acto; potencia común e imaginación presente y anterior a toda República. El habitar un mundo de paso, sin falsos consuelos ni deseo de eternización, implica atender a la inagotabilidad del sentido expresado en cada instante, como colores y figuras espejeando en las rutinarias paredes de una estación de metro (otro espacio de tránsito devenido lugar). El fervor de la vida común florece entre las grietas de un sistema o en el subterráneo de La República.
Francesco D’Isa / El ordenador no lo hace todo: el regreso de viejas perplejidades en el arte digital
Arte, Estética, FilosofíaYa es un tópico decir que la aparición de las tecnologías de conversión de texto en imagen (TTI), que permiten crear imágenes a través de comandos de texto, es una revolución tecnológica igual a la de la fotografía; yo mismo lo he repetido a menudo, en artículos recientes sobre los aspectos filosóficos y estéticos de estas herramientas. La reacción del mundo del arte ante esta novedad también ha sido previsible: entusiasmo por un lado y rechazo por otro. Recientemente, un dibujante al que respeto, Lorenzo Ceccotti, escribió un largo texto en el que expresaba dudas y críticas bastante generalizadas, tanto aquí como en el extranjero, contra las que toman partido otros tantos “entusiastas” de la TTI, de los que soy miembro, aunque no quiero ignorar sus evidentes críticas. Acostumbrado a las lecturas filosóficas, soy muy consciente de que se puede encontrar un texto valioso e interesante aunque no se esté de acuerdo con muchas de las tesis básicas; los temas abordados por Ceccotti son importantes y vale la pena leerlos, pero quiero argumentar las razones de mi acuerdo y desacuerdo, considerando que las tesis sostenidas por el dibujante se encuentran a menudo en otros lugares.