Mauro Salazar y Carlos del Valle / El realismo. Fidel en el imaginario Unidad Popular.

Filosofía, Política

Entiéndanlo. No quiero ser presidente, ¡necesito ser presidente! Salvador Allende (1969). En referencia a su cuarta candidatura de 1970.

En “Los Diálogos de América” (1971), escena de escenas, Salvador Allende expone las trayectorias de la izquierda chilena en el momento de mayor verdor del proceso cubano ante su líder, Fidel Castro1*. La Revolución fue el faro de las transformaciones para América del Sur. En ese marco, existe un esfuerzo por mencionar los momentos vitales de la cultura política chilena. La consolidación del clivaje político, PS/PC, como así mismo, las batallas obreras de la primera mitad del “pequeño siglo XX”. La trama implica una economía de significados que irrumpen en torno a la cuestión social y las idiosincrasias ancestrales. El salitre, Ricos y Pobres de Recabarren, el campo sindical y la Central Única de Trabajadores. Y por los resquemores, la sumisión de las Fuerzas Armadas al dictum Repúblicano.

Cansu Nur Simsek / Preocupaciones medioambientales en los mundos virtuales: experiencia interactiva de la vida efímera más allá de las fronteras

Arte, Estética, Filosofía, Política

El aleteo de las mariposas más allá de las fronteras (2016) es una instalación digital interactiva de un colectivo artístico interdisciplinar teamLab con sede en Japón. El título de la obra suscita preguntas e implicaciones críticas como, por ejemplo, ¿están las mariposas o los participantes más allá de las fronteras de las tecnologías digitales en esta obra? ¿Cómo y por qué se configuran estas fronteras? Si consideramos las mariposas digitales como el sustituto de la naturaleza, ¿quién tiene el control sobre la naturaleza más allá de las fronteras, la tecnología digital o el ser humano? La obra sitúa al cuerpo humano no sólo como parte de su entorno natural, sino también como factor dominante para modelar el futuro de la naturaleza, así como el de la obra. Los participantes se vuelven gradualmente más conscientes de sus comportamientos, que repercuten en la continuidad y el bienestar del entorno natural, a través de la experiencia de la interacción íntima con la obra de arte, en particular con su tacto físico. Al construir una instalación de naturaleza digitalizada, los artistas crean una experiencia no para priorizar el sentido ilusorio de la visualidad, sino para aumentar y manipular la conciencia social del entorno natural. Esta obra de arte multimedia presenta una experiencia excepcional y oportuna con sus comentarios sobre el giro ecológico contemporáneo a través del entrelazamiento de los seres humanos, la naturaleza y la tecnología.

Aldo Bombardiere Castro / Copamiento

Filosofía, Política

Resulta sintomático notar cómo durante estos últimos años la -así llamada- esfera de opinión pública se ha caracterizado por un acelerado copamiento discursivo. Si, según el sueño del liberalismo habermassiano, la opinión pública moderna estaba destinada a constituir un terreno capaz de garantizar tanto la discusión y la deliberación racional, como el ejercicio y perfeccionamiento del Estado de Derecho, de la libertad de expresión y de una cultura democrática al amparo del ideal de la autonomía subjetiva, durante la última década tal sueño ha quedado definitivamente sepultado. La opinión pública, en tanto esfera presuntamente autónoma y posibilitante del ejercicio de la propia autonomía subjetiva, ya no va más: ha extraviado -en caso de alguna vez haber contado con ellas- sus propias condiciones de posibilidad: el carácter crítico de la racionalidad.

Gerardo Muñoz / El eclipse de la clemencia

Filosofía, Política

El último correo que recibí de mi amigo, el filósofo Emilio Ichikawa (1962-2021, antes de fallecer decía lo siguiente: “Eres clemente, creo que esa palabra ya ni se usa”. En efecto, la clemencia (o ser clemente) ha caído en desuso terminal en nuestro presente. Uno imagina algunas de las razones que han contribuido a la desaparición de la clemencia en un mundo que ahora aparece enteramente gobernado por la fuerza. Es notable cómo para Séneca en su tratado De Clementia (55 d.C.) el alcance de esta noción remitía a la estabilización del vínculo político (vinculum) en momentos de desintegración social. Dirigiéndose a los gobernantes romanos, Séneca argumentaba que el poder estatal nunca puede ser autosuficiente; también había un requisito irrenunciable en la clementia necesaria para tratar con los miembros más débiles del lazo social (membris languentibus) [1]. En las discusiones jurídicas contemporáneas, la clemencia no sólo ha desaparecido como práctica, sino que se ha incorporado a la función ejecutiva de la potestad de indulto; y que, como hemos visto en los últimos años en Estados Unidos, se ha convertido en una mero trueque político en favor de los poderosos, mas nunca de los más débiles de la sociedad.

Gabriel Giorgi / Dar el salto. Odio y mutación

Filosofía, Política

La discusión sobre la relevancia del odio como afecto político en las democracias contemporáneas tiene, creo, una función fundamental: la de trazar un registro sensible —en los tonos, las expresiones, los gestos y las voces— de la mutación, a escala global, de las derechas en ultraderechas. Plantear el odio como un afecto propio de lo que se denomina, erróneamente, «polarización» de las sociedades o, al menos, del arco político es equívoco, por la sencilla razón de que tal polarización no existe1. Lo que vemos sucederse desde Trump hasta Vox es la fuga de las derechas hacia las ultraderechas: el odio nombra y le da resonancia afectiva a eso. Dar el salto a la ultraderecha: esa es la postal móvil de los últimos años, y que se conjuga en los lenguajes y las formas expresivas bajo el signo del odio. «Odio» es la herramienta —ciertamente limitada— para mapear esa mutación que tuvo lugar bajo nuestra mirada y que reconfiguró las esferas públicas y la posibilidad misma de la vida pública en muchas sociedades.

Dionisio Espejo / Melancolía de izquierdas en el Centenario de la Escuela de Frankfurt: Walter Benjamin

Estética, Filosofía, Política

Este año, 2023, deberíamos celebrar el centenario de la fundación del Institut für Sozialforschung, centro de investigación vinculado a la Universidad de Frankfurt. Casi 10 años después de su fundación comienza a aparecer su Revista, Zeitschift für Sozialforschung, precisamente en 1932, un año antes del ascenso nazi al poder en Alemania, y del relevo que lleva a Horkheimer y a Adorno a dirigir el Institut. Es por eso que esta nueva etapa coincide con el exilio que comienza en París, les conduce después a Londres y finalmente a New York. Esa década fue decisiva en la cultura europea, fueron años donde la crisis económica y el colapso de las políticas imperialistas decimonónicas pusieron al primer mundo al borde del precipicio. Nada volverá a ser lo mismo después de la Segunda Guerra Mundial. El optimismo y las expectativas generadas por la Revolución soviética duró poco, más bien nada, entre los marxistas vinculados al Institut frankfurtiano. Ese temprano desencanto con la utopía revolucionaria rusa la constata Benjamin en su viaje a Moscú (Diario de Moscú) donde visita a A. Lacis y prepara la redacción del artículo Goethe para la Enciclopedia Soviética. Estos primeros años del siglo se sienten como el resultado de una serie de programas políticos culturales y económicos liquidados hace tiempo, parece que el diagnostico de Marx sobre esa burguesía que se autodestruiría se estaba cumpliendo, pero, sin embargo, no hay horizonte de esperanza respecto a nuevas formas de organización más democráticas, ni más igualitarias, es como si la derrota de la burguesía no estuviera anunciando la sociedad sin clases prevista en el programa marxista, como si las masas trabajadoras no fueran esa clase destinada a acabar con la sociedad de clases. La crisis de la cultura burguesa es algo anunciado por muchos, constatado y fechado desde Spengler o Mann hasta Ortega, se trata de una experiencia que se iba instalando en las conciencias del intelectual burgués de la época. La confianza en el progreso, la creencia, casi fe, en el poder de la cultura burguesa para transformar el mundo, se había quebrado. Por lo tanto se anunciaba una crisis pero no una solución. El proletariado no parecía que fuera a liderar ese movimiento emancipador que le estaba encomendado, y el totalitarismo fascista y comunista supo sacar partido de esa contradicción.