Marco Maggi: L’immaginazione intermediale (La imaginación intermedial), un ensayo de 2010 que acaba de reeditar Meltemi, se abría con un análisis de las imágenes de la masacre de Beslán, ciudad de Osetia del Norte donde, tras un atentado terrorista y la posterior intervención de las fuerzas especiales rusas, murieron 386 personas, 186 de ellas niños. En esas páginas, usted razonaba sobre la mediación estética adoptada para hacer frente a la necesidad de testificar o, en sus palabras, sobre la “refiguración” puesta en marcha para “autentificar” las imágenes. Más de una década después, en el mismo cuadrante geopolítico, la guerra se libra, con una intensidad sin precedentes, también en el terreno de las imágenes. Las atrocidades cometidas contra la población civil ucraniana rebotan de un rincón a otro de la red, exhibidas para despertar la indignación y la intervención o descalificadas sistemáticamente como falsas.