Sí, hoy te escribo querida, y no sólo porque tengo algo que contar, sino, y sobre todo, porque aquello que tengo que decir ya es de alguien. De alguien que no está presente ni aquí ni ahora y, sin embargo, yo te escribo.
Escribo sin saber siquiera quién es él y dónde estás. Aquí, en este pequeño lugar, para mí, mientras escribo, mientras dedico esta ficción abismal que nunca llegaré a precisar. M.S
Todo texto es un fragmento por cuya cubierta transitan distintos significados. Una polifonía enunciativa, donde el vigor consiste en agrupar enunciados contrariados que nos permiten habitar una totalidad abierta, descentrada y fragmentaria. La máquina del deseo (escritural) es siempre desmontaje. Ya lo sabía el pensador de Tréveris el año 1848.