Las noches de verano no requieren de sueños ni de esperanzas. Sobre las mesas de un bar cuya materia se desvanece hasta confundirse con el humo, o bajo la luz de faroles callejeros que se cruzan de brazos mientras uno cruza las piernas, el calor del verano asedia. Las noches de verano no permiten sueños ni esperanzas: ya no permiten dormir ni dentro ni fuera de casa. Tras la historia de un mal año, y perseverando más allá de infatigable cansancio, el cuerpo por fin pide exactamente aquello que la noche le ofrece: sudor, fluidos y carne. Luces y opacidades. Recuerdos y olvidos. Borracheras.
Ontología modal
Claudia Aguilar / El modo infinito que es un individuo. La faz de todo el universo en la filosofía de Spinoza
FilosofíaEl análisis de los modos infinitos spinozianos ha sido muy variado. Mi intención es resaltar la pertinencia de los modos infinitos sin negar su peculiaridad, es decir, sin confundirlos tanto con los modos finitos como con la sustancia. La hipótesis que me interesa defender es, en primer lugar, que los modos infinitos son eternos y no sempiternos. En segundo lugar, que los modos infinitos, en particular la faz de todo el universo, son imprescindibles a la hora de pensar las relaciones parte-todo, sustancia-modos, sustancia-modos finitos e, incluso, las relaciones intramodales.
Giorgio Agamben / ¿A quién se dirige la poesía?
Filosofía, LiteraturaTraducción de Gerardo Muñoz & Pablo Domínguez Galbraith
¿A quién se dirige la poesía? Solo es posible responder esta pregunta si se entiende que el destinatario del poema no es una persona real sino una exigencia.
Una exigencia nunca coincide con las categorías modales con las que estamos familiarizados. El objeto de la exigencia no es ni necesario ni contingente, no es posible o imposible.