Aldo Bombardiere Castro / Mensajerxs

Filosofía, Política

A quienes han caído, gracias a quienes han caído.

Hoy Francisca Sandoval; ayer Shireen Abu Akleh; mañana Julian Assange; antes, ahora y siempre, periodistas de investigación y reporterxs que, al ser asesinados, traen al presente el fantasma más cruel de todos: el imperio y la impunidad del poder. Chile, Palestina, Estados Unidos, cientos de países más. En cualquier parte. Siempre, en todo momento y sin localización precisa, estamos siendo localizables: quien denuncia es una amenaza. Para el poder del capital su interrupción es sinónimo de negación. No importa el género, la acreditación periodística, la nacionalidad, la etnia y ni siquiera la inverosimilitud de las justificaciones con que se intenta poner en duda cada crimen. Habrá algunxs más susceptibles de ser asesinadxs, pero ningún atributo identitario es capaz de asegurar que no lo vayamos a ser (“Judíos que odian a los judíos; judíos que se odian a sí mismo”, reza el eslogan sionista, identificando solapadamente categorías religiosas con étnicas). Si denuncias al poder, ya estás contra el despliegue de la historia del capital.

Diego Carvajal / El país de los juguetes

Filosofía, Política

En la geografía-política de la Soberanía se establecen límites diversos, y uno de estos se da en el plano del in-dividuo. Un límite sensible que por medio del “control-cuidado” (Foucault, 2007), se intenta desorganizar a nivel de su corporalidad y sus límites posibles. En ese plano, y en contraste con lo anterior, será en la infancia y por medio de su expresión juego, donde observaremos a un cuerpo de carácter resistente y transgresor que en tanto no habla o no se mueve por la convención del lenguaje, amenaza constantemente la planificación y ordenamiento de la realidad político-jurídica.

Gerardo Muñoz / Salidas del estado zoológico: un intercambio con Camila Ramírez Lobón

Arte, Filosofía

Una nueva generación de artistas cubanos intuye que ya la inversión de la Historia vale muy poco. El espíritu de la juventud es preparatorio para la diversión que recupere la textura antropológica contra la condición depredadora del encierro. La persuasión (Michelstaeader) es autoconsciente que su fuerza se mide en cómo se substrae de la retórica. De ahí que la persuasión no sea una imposición de la razón. El persuadido jamás es un agente de la acción, sino un virtuoso en el proceso de su verdad. Y el virtuoso es quien se resiste al juego de la cacería. Por eso en las obras de Camila Ramírez Lobón ya no podemos hablar de un espíritu de vanguardia. El relieve se dota de un gesto profano que conduce al estado total a su ruina. Ahora sabemos que el dispositivo de la vanguardia fue al arte, lo que el leninismo a la política. El gesto profano, en cambio, pone fin al reino de las intenciones que sostienen al monumentalismo iconográfico. Si la autonomía relativa de la cultura operó como “espacio de obra total” del estado revolucionario, el nuevo gesto virtuoso sabe que la vanguardia ya no puede orientar otro destino. De ahí que tras los escombros de la iconología crezcan las exigencias de los discursos, la eficacia de los decretos legales, o los mecanismos de una simbología martiriológica por parte de un estado que cuida al rebaño.

Gerardo Muñoz / La época y lo invisible. Una conversación con Asedios al fascismo (DobleAEditores, 2020), de Sergio Villalobos-Ruminott

Filosofía, Política

El más reciente libro de Sergio Vilallobos-Rumunott está escrito desde la urgencia, y por esta razón es una intervención que constituye un esfuerzo de primer orden por localizar la organización contemporánea de la dominación. Esto pareciera ser algo menor, resuelto y axiomático, pero en realidad es uno de los problemas que más tristeza genera en algunos. La incapacidad de desarrollar una analítica a la altura de los tiempos paga el alto precio de compensaciones morales. En primer lugar, Asedios al fascismo (DobleAEditores, 2020) es una contribución que dibuja lo que pudiéramos llamar la geometría de la crítica-metafísica de los dispositivos del poder. En segundo lugar, es una intervención eminentemente política, ya que no busca enmendar o sustituir categorías o conceptos, sino afectar la densidad misma de lo que entendemos por política. Como no hay necesidad de desglosar el libro, voy a aprovechar su gesto para discutir dos de sus vectores. Como sabemos, la grandeza de los libros no se encuentra en el rigorismo neutral de sus argumentos, sino en la manera en que perfora el sentido común. Ese es el estilo: una fuerza que libera procesos de verdad contra el absolutismo de la realidad que nos acecha.

Emilio Gardini / El respiro de la revuelta

Filosofía, Política

¿Estamos seguros de que está en el proyecto de la sociedad democrática contemporánea eliminar la opresión en nombre de la justicia social? Y si no es así – como parece ser el caso cuando consideramos cómo murió George Floyd en Minneapolis, y muchos como él en el pasado – ¿qué significado tiene la violencia ejercida a través del aparato estatal?

María García Pérez / Teología política y máquina de guerra. Schmitt y Deleuze, dos ontologías de la fuerza

Filosofía, Política

Analizamos aquí la noción de guerra expuesta por Carl Schmitt y por Gilles Deleuze así como sus consecuencias en torno a la categoría de resistencia. Con este objetivo haremos notar que ambos autores parten de una ontología de la fuerza de signo, no obstante, absolutamente diverso. Así de un lado, Schmitt sitúa el criterio de lo político bajo el par amigo/enemigo donde la intensidad de tal oposición será lo determinante para garantizar la homogeneidad; de otro, Deleuze con su nomadología compone su concepto de máquina de guerra como instancia mediante la cual se afirma la diferencia.