Mauro Salazar J. / ¿Tiene sexo la hegemonía? Zonas de combate

Filosofía, Política

al Chile del Rechazo, a la imposibilidad de definir los modos de producir el sentido del presente.

Si asumimos la imagen de las palabras, cuál sería el corpus sexual de un término “celebrado” y “manido” como hegemonía al interior del binarismo masculino-paterno, o bien, bajo la dicotomización entre lo privado-doméstico y lo público/político. Invocamos la trayectoria inestable de un “término” (barítono-relacional) que muchas veces ha inspirado la consciencia crítica de los subalternos (desbandes transformadores de Rosa Luxemburgo y su “Huelga de masas”) y, otras tantas, ha quedado enfangado en la “soberanía estatal” (orden adultocéntrico). Ya sabemos gracias a Beasy-Murray que la teoría de la hegemonía concibe al Estado como una instancia incuestionada. Tal sería un poder constituido que antecede cualquier formación de demandas y que goza de una supremacía de “lo nacional” sobre otras posibilidades de concebir el territorio.

Alejandro Fielbaum S. / Carteles de izquierda

Filosofía, Política

Todos los hombres se ríen de los peces de colores y Charlot se llora de los peces de colores. (Federico García Lorca, La muerte de la madre Charlot)

I. En los años gloriosos del cine mudo estadounidense, los dos cómicos más importantes se dieron un curioso desafío: Buster Keaton y Charles Chaplin compitieron por quién podía dirigir un largometraje con menor cantidad de carteles, esos que indicaban con palabras escritas lo que la actuación de ellos y sus colegas no podían mostrar. Pese a la supuesta rivalidad que se ha querido ver entre ambas estrellas, se trataba de una disputa amistosa: solo se podría desafiar a una competencia tan exigente a quien se respeta, asumiendo de paso que ella solo podría mejorar la producción del otro.

Arnault Skornicki / Los orígenes teológico-políticos del biopoder. Pastoral y genealogía del Estado

Filosofía

En el transcurso de los años 1970, Michel Foucault llevó a cabo una genealogía amplia del Estado moderno, en la cual la dimensión religiosa ocupa un papel de primer orden. Así, el concepto de biopolítica viene a unirse al de disciplina para comprender la estatalización de las relaciones de poder desde el Renacimiento: una atiende a la gestión global de las poblaciones y su vitalidad, la otra al control de los cuerpos individuales. La dificultad de articular estas dos tecnologías políticas sostiene esta «antinomia de la razón política moderna», entre totalidad y singularidad (omnes et singulatim). La idea de poder pastoral, elaborada en 1978, permite aclarar el origen de esta dualidad del poder político. En primer lugar atenderemos a la originalidad metodológica de Foucault en el seno del debate teológico-político, para analizar después el concepto de poder pastoral a partir de las fuentes históricas y filosóficas, que le conducirán a reevaluar la importancia del cristianismo en la Antigüedad tardía en el advenimiento de la gubernamentalidad moderna. Finalmente, el artículo destacará el horizonte político de su investigación, a saber, la crítica al marxismo y a la gubernamentalidad de partido.

Luciano Carniglia / De Catástrofes y Utopías. Apuntes para un pensamiento de la relación entre hombre, naturaleza y técnica a la luz del problema de la alienación en Marx y Simondon

Filosofía

En la actualidad, algunas de las voces críticas que buscan afinar la comprensión del fenómeno técnico como uno de los horizontes de sentido determinantes de nuestra contemporaneidad, atribuyen al humanismo, en sus diversas variantes, su profunda incomprensión. Ya Heidegger en su Carta sobre el humanismo advertía acerca de la inevitabilidad de una cada vez más creciente tecnificación de la vida. La imposibilidad del hombre de reconocerse en un mundo totalmente tecnificado, esto es, en esa naturaleza a la cual ha logrado reducir a la servidumbre y que lo enfrenta incluso a la posibilidad de su aniquilación por medio del peligro atómico, se encontraba ya implícita, como un destino, en la forma en que el humanismo pensaba la humanitas del homo.

Jacques Derrida / Sobre el marxismo. Diálogo con Daniel Bensaïd

Filosofía

A. Spire:Jacques Derrida, usted nunca ha sido marxista, pero ha experimentado la necesidad, e incluso la urgencia, hace ya cuatro años, de publicar una obra de tono comprometido, que cogió a todo el mundo a contratiempo. Ese libro, titulado Espectros de Marx, reclama una vuelta a Marx o, al menos, a cierto espíritu de Marx.

“Anticapitalismo, ecosocialismo y movimientos sociales”: Entrevista con Michael Löwy

Filosofía

El objetivo del socialismo, explica Marx, no es producir una cantidad infinita de bienes, pero sí reducir la jornada de trabajo, dar al trabajador tiempo libre para participar de la vida política, estudiar, jugar, amar. Por lo tanto, Marx proporciona las armas para una crítica radical del productivismo y, notablemente, del productivismo capitalista”.