258
Bajo una dorada gloria
el mar es besado por muertos
polen que se disputan los dioses,
semen que se disputan los barcos.
Me estrello contra tu templo
antes que un cóndor ciego
conquiste a una golondrina.
El mar besa dioses
que lo van besando
y la suma de todos esos besos
son el oleaje que al atardecer
contemplarán todas
las parejas que vendrán.
Sueño que viajo hacia el mar
junto a una desconocida
que besa un cuchillo
pensando en un camino iluminado
y antes que un cóndor ciego les bese,
los dioses se besan
dentro de un templo,
montan las lenguas
un calvario calipso.
Sueño que encuentro la tumba
de quien me dono sangre
y una golondrina
deja caer sobre ella
una lanza cubierta de polen.
Bajo una dorada gloria
soy mi propio enemigo,
soy mi propio rigor,
soy mi propia ceguera,
y mis sueños envidiosos
aúllan debajo de los avellanos.
Explota la niebla en mi alma,
un espejo se derrumba en la constelación,
de tanto y tanto estrellarme
contra un templo
se han purificado mis sueños,
viajo ahora hacia el mar,
junto a una viuda que bebe te azul
un polen desasido
se despega de la lanza,
un semen desasido
entrampa las olas,
lavamos las ropas
de los que recién han muerto
soy un cóndor ciego
buscando quien le ilumine
el camino en el abismo
buscando quien le enseñe
como sofocar sueños envidiosos
debajo de los avellanos
buscando que lenguas
han de montar este calvario calipso.
A orillas del mar
algún día recogerás la raíz
que le donará a tu corazón
los cambios de una estrella
a orillas del mar
algún día caminaremos
sin mi ceguera de cóndor,
sin que tú seas
la golondrina del templo,
pero ay, dioses y barcos
se disputan a quienes parten primero
como si fueran polen o semen
polen que se disputan los dioses,
semen que se disputan los barcos,
y seguimos bajo una dorada gloria
lavando las ropas
de los que recién han muerto.
259 A Angelica Pinto
1
Tu naipe salta las fraguas
llega a la mesa donde has puesto
los retratos de tus padres muertos.
Frente a esos retratos
aprietas tus manos
se agitan las hierbas muy crecidas
que están detrás de la ventana.
Frente a esos retratos
aprietas una semilla
la casa vuelve al vacío
que alguna vez fue.
2
Tú eres esa anímala
que respondes como fragua
a salivazos,
a meados,
a azotes,
cuando se echa
en una cama de motel
que limita en línea recta
a menos de tres cuadras
con la tumba de tu padre.
3
Todos los domingos la visitas
amanece con una limpidez matinal
como la saliva de miles
de viudas, y anímalas
que hubiesen corrido encima de ella
limpiándola y dejándola
como un naipe fraguado
listo para el juego encarnado.
4
Tu visita todos los domingos
la tumba de tu padre
si, parece un naipe fraguado
seres de aire levantan la vista
y ven que ha amanecido
y agitan unas hierbas crecidas
las mismas que la anímala contemplo
antes de mear
las mismas que tu padre contemplo
antes de morir
las mismas que ahora tu misma contemplas
amando a quien
aparezca debajo del juego encarnado
poniendo su frente
para que le caigan
gotas de agua,
gotas de sal,
total, el naipe ira consumiéndose
como juego y suplicio
en la fragua.
5
Tú eres esa anímala
meàndose por placer en el naipe
la fragua aparece debajo del naipe
levántalo antes que las nubes
desencarnen el juego
he ahí tu padre
atormentándose con lo incognoscible
bañándose en cenizas
antes de enamorarse
comprando ídolos con cráneos de perros
para adornar el living
golpeándose arriba del colchón
con un látigo celeste
para sentir en si mismo
el vacío de los frutos,
el mismo vacío de los frutos
en los frutos que compro
su último día de vida
despidiéndose antes
de tomar el tren
con un “hasta la eternidad”
dejando debajo de su colchón
un ejemplar del marqués de Sade
envuelto en un cinturón
junto a la carta de un herrero loco
sí un herrero loco
que puso en el centro de la ciudad
una tienda de cinturones
cinturones que fueron látigos celestes
golpeando el vacío de los frutos
golpeando las líneas de la mano
de alguien que ha muerto hace poco
de alguien cuyo cadáver desnudo
ven en todos los atlas de anatomía
golpeando las líneas de la tempestad
esas que alimentan a arañas
que muerden solo a los viajeros
que se despiden
con un «hasta la eternidad»
tomando trenes
donde transportan kilos de cueros
para hacer cinturones
mientras otros caminan por las calles
una calurosa tarde de verano
siguiendo como monstruos de semen
la línea recta que hay entre
una cama de motel y una tumba.
6
El herrero loco
acaricia hierbas muy crecidas
piensa en las veces
que la anímala meo por puro placer en ellas
un fuerte viento arrasa con las flores
que han puesto encima de la tumba de tu padre
no es el viento,
son seres de aire
dejando una límpida ofrenda.
7
El corazón de lo desconocido
tiene el vacío de los frutos,
tiene el vacío que compran los muertos,
pensando en la casa que habitaron,
pensando en la luz nueva
que aparecería,
al mover todos los muebles,
al descolgar todos los retratos,
al abrir todas las ventanas,
al extender la mano
y acariciar unas hierbas muy crecidas
que ondulan detrás de la ventana
al decir bajo el umbral de esa habitación
“hasta la eternidad”.
8
Tu padre tomó el tren
cargado de frutos,
de moldes,
de ídolos con cráneos de perros
preparándose a sal y agua
para lo incognoscible
preparándose a tormentos de ceniza
para la mentira animal.
9
Quedo
de bruces
sobre su cama
contemplando antes de caer
unas hierbas muy crecidas
que ondulan detrás de la ventana
así quedo una semana
con la espalda llagada
hasta que el jardinero
lo encontró.
10
Antes el hijo de la vecina
salió a fumar
una noche al jardín
sintió que alguien lo observaba
detrás de unas hierbas muy crecidas.
11
Lo envolvieron
en la sabana
supuraba sal y agua
así se lo llevaron a la morgue
allí lo dejaron otra semana.
12
Se preparo
a tormentos de ceniza
para la mentira animal
tu veías el cadáver desnudo de tu padre
en todos los atlas de anatomía
sus llagas eran producto de azotes
con látigos celestes.
13
No alcanzaron a velarlo
lo sepultaron cuanto antes
más, tú sabes que si lo están velando
en el vacío de los frutos
tú sabes que aún está crucificado
en el vacío de la casa.
14
Esa mentira animal
que un látigo celeste
golpea en todas las tumbas
hasta hacer saltar
seres de aire
que esperan la llegada
de la noche incorruptible.
15
Crece hierba sobre el naipe
crecen cinturones
en las venas del herrero loco
como líneas de tempestades
alimentando la limpidez matinal
que hay entre una cama de motel
que en línea recta limita
con la tumba de tu padre.
16
Mañana volara
una paloma sedienta
se posará donde la sal y el agua
forman una mortaja
como la que envolvió a tu padre
antes que lo llevaran a la morgue.
17
La vecina salió
una mañana al jardín
a descolgar las sabanas
que había lavado
seres de aire le extendían sus manos
detrás de unas hierbas muy crecidas.
18
Ves el cadáver desnudo de tu padre
en todos los atlas de anatomía
lo ves en la plancha de hierro
de la morgue
lo ves velado
en el vacío de los frutos
lo ves crucificado
en el vacío de la casa.
19
La anímala juega
con los calzones de la viuda
cubiertos de sal lujosa
el cangrejo
rueda en la ruleta
un orgasmo petrificado en el pez
crece como espina ciega
clavando un calendario
en las manos de un muerto.
20
El retrato de los padres muertos
es en las noches el vacío de los frutos
el retrato de los padres muertos
es en el día el vacío de la casa
aprieta tus manos,
aprieta una semilla,
hasta la última gota
de esa luz nueva
no te importe quien
venga a quitarle los clavos
con pinzas de cangrejo
al que yace crucificado
en el vacío de la casa
quien venga a alimentar las arañas
con líneas de tempestad
quien venga a cubrir
con miel quemada a la loba
quien venga a hacerle tormentos de ceniza
al que yace velado
en el vacío de los frutos.
21
La ruleta
sigue dando vueltas
la animala se mea
en la cama del motel.
22
De tanto, y tanto, y tanto
jugar en la ruleta
estas despeñando mi sangre
oh estrella roja
la despeñas por su mentira animal
la despeñas por todos esos ídolos
con cráneos de perros
que en el living me hicieron sentir
como en un olimpo
la despeñas por precipitarme
como un monstruo de semen
en los cadáveres de las putas
y escribirles con semen
un listado de deseos enterrados.
23
Al abismo
lo maduran los muertos
seres de aire estiran las manos
hacia una noche incorruptible
retrasan la disolución de tu padre
hasta que la casa vuelva
al vacío que alguna vez fue.
24
Ibas entrando
a tu ataúd
dale, dale más fuerte
vamos, éntrale, éntrale
vamos más fuerte,
vamos más fuerte,
vamos más fuerte.
25
Iba entrando
tu ataúd
a tu tumba, dale, enfila,
vamos, éntrale
vamos que el ataúd
penetre la tumba
vamos, que el ataúd
siga penetrando,
siga penetrando,
siga penetrando,
la tumba.
26
Pide un deseo
en el vacío de los frutos
quema los calendarios
en el vacío de tu casa
antes que la loba
corrompa tu memoria
ahógate en un abismo maduro
báñate en esa mentira animal.
27
Cada ataúd
penetrando la tumba
sea el herrero loco
azotando a su amada
creyendo que azotaba
el vacío de los frutos,
el vacío de la casa,
creyendo que azotaba
con líneas de tempestad
el corazón de lo desconocido
y no era tu cuerpo
era una paloma sedienta
entrando al vino
era el vacío de los frutos
entrando al árbol otra vez
saliva de viuda, de anímala
en las pinzas del cangrejo
que te espera en otra ruleta,
eran los moldes del crepusculo
quedándose con la forma
de los deseos enterrados,
eran monstruos de semen
asaltando
el útero de las prostitutas.
28
Oh paloma,
cada vez más sedienta
de una noche incorruptible
era el vacío de los frutos,
era el vacío de la casa,
alentando al ataúd
terminar de penetrar,
terminar de colmar,
la tumba, la tumba, la tumba.
Del Libro inédito Anuncio, XIII Parte

