Melissa Nungaray / Regocijo amurallado por las aspas del viento y otros poemas

Poesía

Regocijo amurallado por las aspas del viento,

nada es mío, nada es mío, deseo que no seas mío,

corazón colibrí, adonde no estás te veo y escucho,

aquí los ojos diluyen cicatrices, fronteras y rayos.

Somos la aurora que danza en la resonancia de la lluvia,

lodosa resonancia que se dice vuelo estelar de la memoria,

aquí la estrella se devora a sí misma en fulgor silente.

Ojo túnel en los retazos de la carne ángel:

a rose is a rose is a rose

Brotan racimos de cielo, llaves, versos espirales

en la concatenación de los espectros.

Ojo túnel en el corazón colibrí,

latidos ferroviarios de la noche,

cántame, oh luna, lo que seré.

Más allá del más allá pronunciado

estoy completa en mis partes divididas.

Y yo que no soy lo que digo

huyo de lo que me dice.

Y yo que soy lo que digo

digo lo que no digo que me dice.

Rodrigo Verdugo / Poemas de Anuncio, XIII Parte

Poesía

258

Bajo una dorada gloria

el mar es besado por muertos

polen que se disputan los dioses,

semen que se disputan los barcos.

Me estrello contra tu templo

antes que un cóndor ciego

conquiste a una golondrina.

El mar besa dioses

que lo van besando

y la suma de todos esos besos

son el oleaje que al atardecer

contemplarán todas

las parejas que vendrán.

OMAR CRUZ / EL HOMBRE FRENTE AL ESPEJO Y OTROS POEMAS

Poesía

NOMBRAMOS A LA HOGUERA

[cuando se enciende en la madrugada]

La casa en la que viví está inhabitada:

pero la puerta tiene la misma hendidura

que el filo del hacha le hizo al árbol
aquel día en el que vió sus formas al nacer.

Nombramos a la hoguera

[para que el vestigio nos pueda desafiar.]

En el marco de la ventana:

siguen las huellas del niño

que dibujaba oropéndolas y zanates

con la polvareda de las calles

y el subterfugio de los arcoíris.

Nombramos a la hoguera

[mientras la herida decide volver].

Las paredes siguen intactas:

pero no olvidan la luz en los pasillos

ni el corte preciso de las palabras

ni las cicatrices que hicieron los espejos

cuando reflejaron la anatomía de las moscas

y la metamorfosis de las cucarachas.

Nombramos a la hoguera

[cuando el silencio ha decapitado la noche.]

La casa en la que crecí sigue inhabitada:

en el techo aún están colgadas las voces

y los presagios que las arañas tejieron

desde el primer día en el que nos fuimos

cando aun las antorchas estaban encendidas.

Nombramos a la hoguera

[para ser testigos de la bruma que se riega por las mañanas.]