En 1834, el presidente José Joaquín Prieto decretaba la instauración de un nuevo escudo nacional, debido a que el anterior no contenía “pieza alguna alusiva al objeto que debe representar” 1 , es decir, Chile. El diseño fue encargado al artista británico Charles Wood Taylor, e incluía dos animales que pocos chilenos habían visto hasta entonces: el cóndor y el huemul.
Éste, el ave más fuerte, animosa y corpulenta que puebla nuestros aires, y aquél el cuadrúpedo más raro y singular de nuestras sierras, de que no hay noticia que habite otra región del globo, y de cuya piel notable por su elasticidad y resistencia hacen nuestros valientes naturales sus coseletes y botas de guerra.
Este texto parte de este hito anecdótico, pero fundacional, o dicho de otra manera: fundacional, pero anecdótico.
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Fuente: Academia.edu
Imagen principal: Gerardo Sirolli, Condor desaparecido.