Con estos emotivos versos, el poeta cubano Nicolás Guillén indaga en el apellido “ahogado en tinta de notario” de su antepasado; el apellido “sangriento y capturado”, que pasó sobre el mar entre cadenas. Guillén expresa en tono poético la impresión que dejara escrita A. de Tocqueville en su Democracia en América: “El negro de Estados Unidos perdió inclusive hasta el recuerdo de su país; ya no comprende más la lengua que hablaban sus padres; ha abjurado de su religión y se olvidó hasta de sus costumbres”.