Federico Ferrari / Del coraje. El abc de Wittgenstein

Filosofía
"Se podría poner precio a los pensamientos.
Algunos cuestan mucho, otros menos. ¿Y con qué se pagan los pensamientos?
Creo que con coraje".
Ludwig Wittgenstein

Pensar es tener coraje. Enfrentarse a los propios miedos, a las propias profundidades de la inautenticidad. No descontarse nunca a sí mismo e, indiferente a la vida tranquila, ni siquiera a los demás. Hay crueldad en el valor, una forma de ensañamiento doloroso. La imposibilidad de callar, de no decir exactamente lo que hay que decir, cueste lo que cueste. El coraje se paga. Arruina las relaciones humanas. Le empuja a uno a la soledad. Pero el coraje nos hace un poco menos payasos de lo que somos naturalmente. Nos ofrece la oportunidad de convertirnos en hombres y mujeres decentes – ein anständiger Mensch, escribe Wittgenstein, concibiendo el pensamiento como un autodesenmascaramiento despiadado. El coraje y la decencia son dos caras de la misma moneda. La indecencia de todos los tiempos proviene de la falta de valor. Políticos sin valor, intelectuales sin valor, hombres sin valor: el fin de una civilización.