Aunque viven en diferentes países la japonesa Ryoko Akama (electrónica) y el francés Bruno Duplant (órgano, electrónica) han forjado un fuerte vínculo musical a través de colaboraciones, a menudo con títulos relacionados con la nada, lo que, a su vez, se refleja en las piezas contemplativas hechas de drones mínimos. Como su propio nombre indica, immobilité (“inmovilidad”), extiende sus inquietudes musicales, y las destila de una manera extraordinariamente rica.