Tariq Anwar / El marxismo occidental

Filosofía, Política

Como bien ha mostrado en su trabajo de los últimos años Gabriel Rockhill, lo que llamamos Marxismo Occidental –aka Escuela de Frankfurt o teoría crítica– es, hoy con más claridad que nunca, una traición enmascarada como fidelidad: aquellos que pretendían salvar a Marx de la ortodoxia soviética terminaron por entregarlo en manos de la academia burguesa. Adorno y Horkheimer encarnan perfectamente esta paradójica figura: críticos implacables de la reificación que se transformaron ellos mismos en objetos reificados del sistema que creían combatir. Su gesto más revelador no fue el abandono del materialismo –esto fue solo el síntoma– sino la transformación de la praxis revolucionaria en contemplación estética, como si el sufrimiento del mundo pudiera ser redimido por el análisis refinado de su representación cultural.

Russell A. Berman / El Epimeteo cristiano de Konrad Weiss: ¿una teología política de 1933?

Filosofía
Traducción del inglés: Gerardo Muñoz

En el ensayo «Religión en la esfera pública» publicado en el 2006, Jürgen Habermas, el filósofo de la razón comunicativa, hace un alegato importante sobre el discurso religioso. En lugar de extirparla de la esfera pública como asunto privado o denigrarla a cuestión ideológica, el filósofo le concede a la religión un lugar en el debate de la modernidad. «No sería racional» – nos dice Habermas con extraordinaria claridad – «que rechacemos de antemano la conjetura que las religiones han podido mantener un lugar central al interior del edificio de la modernidad dada su sustancia cognitiva la cual aún pareciera no haberse agotado del todo». En otras palabras, sería equivocado asumir que las religiones ya no tienen nada que decirle a la modernidad. Esta afirmación, desde luego, tiene su premisa en el hecho de que el contenido de las religiones (su «sustancia cognitiva»), aún conservan un conocimiento valioso.