Gustavo Yañez González / Sobre Sociología de la masacre. La producción social de la violencia de Manuel Guerrero

Filosofía, Política

Guerrero Antequera ofrece una analítica para sondear cómo se produce socialmente la violencia política, en particular la que emana desde el Estado o lo que el sociólogo denomina «detentores del poder», hacia grupos con menor capacidad de fuerza.

Una distinción conceptual que atraviesa parte importante del manuscrito es la que queda establecida entre «violencia eliminacionista» y «violencia disuasoria». La primera tiene como objetivo la destrucción (hasta la extinción) del grupo categorizado como rival. La segunda utiliza la violencia para controlar el modo de actuar del enemigo. Así, la violencia que busca eliminar el enemigo es concebida como un fin en sí mismo, pero en el caso de la de tipo disuasoria constituye un medio para el fin que es el control. De este modo, según la apuesta ofrecida por Guerrero, el Golpe de Estado cívico-militar de 1973 en Chile y lo que de ahí en adelante aconteció, desplegó una mixtura entre ambos tipos de violencia. Por un lado, se intentó eliminar a los grupos que el régimen dictatorial concibió como representantes del amplio espectro izquierdista que amenazaban con impedir el retorno al orden (el de un Estado burgués), esa intención de retornar a un mundo pre marxista que la Junta Militar indicaba como la finalidad de su violencia. Por otro lado, empleó una serie de estratagemas (como los bandos radiales, por ejemplo) para disuadir a la población no izquierdista de abstenerse de realizar acciones en favor de los grupos alzados que intentaban elaborar una respuesta al Golpe de Estado.