La música del compositor y percusionista John Colpitts es tan intrépida como de gran alcance. Como uno de los improvisadores y bateristas más solicitados de Nueva York, la prolífica lista de colaboraciones de Colpitts habla de su enfoque omnívoro e innovador de la música. Trabaja en la vanguardia de la nueva música, ya sea con compositores pioneros como William Basinski y Laurie Anderson, con los exploradores del outrock Boredoms, Oneida y Spiritualized, o con otros aventureros sónicos contemporáneos como Greg Fox y Jan St. En su nuevo álbum Music from the Accident, Colpitts abandona sus alias Man Forever y Kid Millions para presentar su trabajo más vulnerable y resonante hasta la fecha, trazando un importante período de transformación para el compositor.
Como su nombre indica, Music from the Accident captura un cambio inesperado que cambia la vida del compositor. En febrero de 2018, Colpitts se vio involucrado en un accidente automovilístico que lesionó gravemente su espalda y lo dejó sin poder trabajar o actuar durante meses. Trabajar en nueva música se convirtió en un medio importante para impulsar su recuperación, que Colpitts abordó deliberadamente como una oportunidad para explorar nuevas vías creativas. El dominio expresivo de Colpitts sobre el ritmo y el espacio sigue siendo la base del álbum. La batería y la percusión están totalmente ausentes en la primera mitad del disco, y el compositor traslada su ingenio rítmico a otros instrumentos. Con su amigo y colaborador Greg Fox como productor, ambos trabajaron en la pieza inicial transmutando las complejas emociones de la experiencia en breves leitmotivs sonoros, esculpiendo pequeños gestos en el sintetizador modular y la percusión en movimientos más largos que Colpitts mutó y condensó en temas musicales. El sutil minimalismo del álbum proporciona un análogo perfecto del viaje de Colpitts hacia la recuperación: cada repetición o delicado cambio de tono y textura es casi imperceptible y, sin embargo, un paso importante hacia la conclusión del álbum.
Cada uno de los tres movimientos de “Music from the Accident” habla de una etapa diferente de la recuperación de Colpitts, que pasa de la inmovilidad a la marcha y finalmente a la trascendencia. El pulso kosmische de “Bread”, de luz baja y ojos sombríos, abre el álbum con un batido de pisadas al tiempo que abre un espacio para la meditación y la reflexión. Las arquitecturas rítmicas fragmentadas y espinosas de “Up and Down” y las melodías ahumadas hablan del poder de lo inesperado. Comenzando con una serie de complejos ritmos entrelazados, Colpitts intentó tocar un ritmo normal junto a un laberinto de métricas superpuestas, para finalmente eliminar el pulso y dejar sólo la percusión. El álbum alcanza su punto álgido en la pieza final, “Recovery”, que encaja el enfoque poco convencional del ritmo de “Up and Down” con la dinámica extática de los sintetizadores de “Bread”, floreciendo lentamente y evolucionando sin repetirse nunca. Las ejecuciones de viola microtonal de Jessica Pavone y los escasos tonos de bajo proporcionan un contrapunto armónico perfecto a la base de sintetizadores y percusión de Colpitts, explorando y ampliando constantemente el campo sonoro con la misma sensibilidad de búsqueda que la música drone tradicional de diversas partes del mundo.
Music from the Accident pone de manifiesto el espíritu tenaz de Colpitts y su gran ingenio como compositor. Lejos de deprimirse por un acto fortuito que podría haber acabado con su capacidad de tocar, Colpitts transformó el obstáculo en una oportunidad de crecimiento creativo y emocional. El proceso creativo es realmente inseparable de la pieza final, la transformación y la trascendencia final de un artista cristalizada en un prisma de inconmensurable resplandor.
Texto: Man Forever