A Diego Fernández y Florencia Abadi, por sus enseñanzas.
En nuestros tiempos, la historia de la representación yace embargada por un ánimo de resignación. Aquello que lo suscita viene dado por la insinuación de una dimensión irrepresentable pero anclada en fundamento de la misma estructura representativa. En efecto, la presentación del original -en caso de haberlo- es aquello que da sentido y a la vez limita a toda representación.
Sin embargo, tal resignación, lejos de plantear una imposibilidad al pensamiento, parece vivificar su problematicidad. Así, podríamos atrevernos a decir -muy precipitadamente- que pensar la representabilidad de la representación, esto es, la esencia que sustenta y atraviesa a cualquier tipo de representación concreta, demandaría adentrarse en el terreno de lo no-representable. Como Kafka lo dejara entrever en su célebre relato titulado Ante la ley, el fundamento, aquella luz que ilustra toda ilustración, aquella Ley de la cual emana la ley, siempre se despliega con una violencia in-ilustrable, in-legitimable.
Pero, ¿cómo podríamos acceder a tal campo velado sino por medio de lo ya a-la-vista? Tal vez, para hallar ese acceso, tengamos que cambiar de posición: inventar otro acceso.
Así, pensar la representación no exigiría tanto pensar la dimensión otra de la representación al interior de esa misma estructura representativa. Es decir, no reclamaría ni adoptar un ingenuo afán de retorno a esa presunta entidad originaria que antecedería a la representación; ni, tampoco, reclamaría reducir la problematicidad de la experiencia a una inmediatez presentista para, así, alentar la recreación fantasiosa de la imaginación reproductiva bajo el estímulo de la representación efectuada ahí-delante. En otras palabras, el desafío para el pensamiento no consistiría ni en develar el rostro originario del objeto representado, de un lado; ni en buscar consolar esta imposibilidad a través de la puesta en circulación de nuevas representaciones, las cuales no serían más que variaciones modales configuradas a partir del mismo material de las antiguas representaciones. En lugar de todo eso -y en sintonía con lo que los desarrollos de Heidegger y Derrida- la radicalidad de lo otro indicada por (pero nunca reducida a) la estructura representacional pareciera demandar el acto de pensar no sólo otro pensamiento (acerca de ella), sino un pensamiento otro (en diferencia y tensión con la mismidad del pensamiento representativo).
Si pudiéramos formular el asunto de este/ese pensar (lo) otro de la representación por medio de una pregunta habría que indagar más allá de sus propias posibilidades. ¿Será posible pensar un pensamiento otro en relación con la representación? Y de serlo, ¿podríamos pensar ese otro desde lo otro, en cuanto desprovisto de representación? En una palabra, ¿sería posible pensar, antes que lo otro “de” y “desde” la representación, la representación desde lo otro sin que nunca devenga representación de lo otro?
Aunque suene una banalidad, tal vez sólo podamos empezar a responder a esas interrogantes una vez palpada la llama que secunda al relámpago del asombro. Pues sólo allí, en el respiro de ese resto ardiente, en ese escombro de alma dispuesta a quemarse, habremos de resucitar a toda pequeña muerte (que son las únicas muertes valiosas), haciendo de los jadeos un eco, de los placeres un respiro y de la resignación, reafirmación y vitalidad del pensamiento. Porque después de ser arrollados por la magnitud o la fuerza (respectivamente, aquellas notas del sublime matemático y del sublime dinámico, según Kant) de un acontecer otro, ya no podemos ser los mismos.
Pensar sin asumir eso, parece imposible. Cualquier ejercicio distinto parecería imposible. Tan imposible como imaginar el otro de nosotros, ese/este residuo transformado que advendrá (en lugar de) nosotros, y que también sobrevivirá al azote del acontecimiento.
Referencias:
Derrida, J. (2017). “Envío”, en Psyché, Invenciones del otro, Adrogué: La Cebra.
Heidegger, M. (1995). “La época de la imagen del mundo”, en Caminos de Bosque, trad. H. Cortés y A Leyte. Madrid: Alianza.
Kafka, F. (2013). “Ante la ley”, en Antología de la literatura fantástica, edit. J.L Borges, A. Bioy Casares y S. Ocampo. Barcelona: Debolsillo Editorial.
Kant, I. (2007). Crítica del juicio, Madrid: Espasa Calpe.