En aquel día,
el resto de Israel y los supervivientes de la casa de Jacob
no se apoyarán más en quienes los han golpeado,
sino que se apoyarán en el Señor,
en el Santo de Israel, con lealtad.
Volverá el resto, el resto de Jacob, al Dios fuerte.
Pues aunque tu pueblo, oh Israel,
fuera como la arena del mar,
solo un resto se salvará. Isaías 10, 20-22
La profecía se ha cumplido. Israel ya no existe. Solo un resto se salvará y no serán ciertamente los poderosos que lo gobernaban y lo llevaron a su fin. Ahora importa conocer ese resto, dónde se encuentra y cómo sobrevivirá.
Fuente: Quodlibet.it

