Entre los residuos que documentan la existencia de los hablantes hay unos cuantos que cifran «el misterio etrusco» [1]. Uno de ellos es el largometraje La Chimera (2023) de Alice Rohrwacher [2]. Esta inicia, como toda película, con un fondo oscuro. Vale la pena recordar el apunte que hizo Evgen Bavčar al respecto: «Desde hace más de un siglo al ir al cine olvidamos el hecho de que por un breve instante sufrimos la experiencia de la ceguera. Aquella ceguera del cine es efímera, tiene un principio y un fin, y no nos domina ad vitam eternam, así que no presupone la privación de la libertad de la luz circundante. Sin embargo, representa un breve retorno a las tinieblas originales, mejor dicho, hace alusión a lo más oscuro e infinitamente más profundo» [3]. Es, precisamente, a esa dimensión profunda, al tiempo cósmico, al que abisma una y otra vez éste filme. Lo hace a través de lo que Gerardo Muñoz ha denominado como la vía etrusca es decir, de la retirada de la suturación metafísica cifrada históricamente en la subsunción al cálculo hacia las estelas de un silencio ligado a Ctonia, región subterránea, inframundo al que se dirige y de donde proviene la existencia [4]. Esta vía es, esencialmente, una experiencia errática, pues no es programable. Irrumpe, como quien tropieza con la raíz de un árbol al caminar, desestabilizando el andar [5]. Su signo es el de la negatividad: va hacia lo que no dice.
Alice Rohrwacher
Gerardo Muñoz / Lazzaro felice: forma de vida contra la metrópoli
Cine, Filosofía, PolíticaEl film Lazzaro felice (2018, dir. Alice Rohrwacher) se estrenó hace algunos meses en el corazón de Manhattan: un evento un tanto raro, puesto que en los últimos años tal vez no se haya realizado un material tan crítico de lo que pudiéramos llamar la metropolización de Occidente. El disciplinamiento académico podría neutralizar su potencia, domesticándola a una mera continuación del gran cine italiano (Pasolini, Rossellini, De Sica, etc.) entregada a los albures de la «realia«. Pero la transmisión de la tradición jamás tuvo que ver con la reproducción de estilos. En las tesis que siguen propongo una lectura distinta. Esta lectura busca una salida del aparato cinematográfico. Si Lazzaro felice vale para algo es como documento que expone lo que un gran pensador de nuestro tiempo ha llamado «un comunismo più forte dalla metropoli».
