Quisiera comenzar agradeciendo a raúl rodríguez freire por la invitación a reflexionar sobre su libro y por la oportunidad de dialogar con una obra que, pese a su brevedad (raúl me dijo “es un ensayo cortito”), logra articular con lucidez las intersecciones entre ciencia, colonialismo y economía política. Musa Paradisíaca ofrece un formato accesible sin sacrificar profundidad analítica, lo cual convierte a esta obra en un excelente punto de entrada para quienes buscan iniciarse con la literatura crítica sobre botánica colonial, extractivismo y las genealogías del conocimiento científico.
El libro se estructura en dos partes complementarias: un ensayo que toma como eje la plantación de bananas para explorar la relación entre botánica, plantación y crisis climática, y un ensayo visual compuesto por estampillas que evidencian la memoria gubernamental (y la gubernmentalidad en su amplio sentido) en torno al colonialismo, los jardines botánicos, las expediciones científicas, las plantaciones y la esclavitud. Esta arquitectura textual permite al autor avanzar un argumento complejo, a mi parecer, sobre cómo se producen sentidos y conocimientos distintos sobre una misma fruta, que según los datos, es o llegó a ser la más comercializada del mundo.
