Aldo Bombardiere Castro / Para escribir y resistir con el cuerpo. Janet Toro: tres escenas y una crónica

Arte, Estética, Filosofía, Política

Preludio

No quiero escribir esto. Me gustaría tener el ánimo suficiente, un mínimo de alegría capaz de brindar el latido más enérgico a mis arterias, pero, la verdad, no quiero escribir esto. Quisiera poder escribir con el cuerpo: no tener que escribir esto.

Creo que en la conferencia titulada Literatura + Enfermedad = Enfermedad, contenida en el libro póstumo El gaucho insufrible (2003), Roberto Bolaño señala que cuando la melancolía o la angustia nos invade, y ya no hay ganas de escribir ni ganas de follar, entonces sólo nos queda viajar.

Al final, viajar no es tan distinto de escribir ni de follar, y, tal vez, sólo en virtud de tal semejanza, la acción de viajar comparte con los otros dos la cualidad de producir una suerte de transitorio antídoto o antidepresivo contra la locura, contra la muerte y, sobre todo, contra el tedio, esa reseca desolación del alma ya desprovista de la tenue belleza que porta la melancolía.

Alejandro Arros y Mauro Salazar J. / Ciudad e imagen. Celebrificación y visualidad en el umbral de lo común

Estética, Filosofía, Política

Cuando toda arte parece ingeniería cognitiva, y los artistas devienen en técnicos, conviene repensar, la transformación tecnológica que tiene influencias profundas y frecuentemente imprevistas en el arte, el diseño, los medios y las ciudades. En efecto, en un contexto marcado por la antropología de la imagen de masas (metadatos), una filosofía de los tecnicismos es crucial en los debates existentes sobre los aspectos artísticos, inventivos e informativos de la tecnología. Las imágenes en la lógica de las bases de datos curan la brecha en el tiempo al construir un universo homeostático y atemporal -lugar de su propia tragedia- que es también el modelo de la ecología aprovechada por la ecología profunda y otros movimientos ambientalistas. Estos modelos cibernéticos de ecología postulan la estasis como única alternativa al desastre. Hoy la imagen de masas ya no está interesada en la imagen como imagen, es decir, como artefacto en y del tiempo, ni siquiera en la trágica serialidad de la imagen en movimiento. El potencial como presencia del futuro es reducido por la simulación del mundo plasmado en la imagen de masas, donde no se distingue entre lo real y lo probabilístico. Ya no se trataría de adaptar la percepción humana a los medios, porque la percepción humana ya no es central para el funcionamiento de los medios.