Orientalismo, libro del intelectual palestino Edward Said, constituye probablemente el texto matriz para entender la forma en que occidente representa—y en cierto punto crea, o funda—la alteridad oriental. Said explica que esta institución fundacional de Oriente tiene un efecto búmeran, el de reforzar y posibilitar la ipseidad occidental misma. La crítica subalternista de Said parte, de hecho, con una cita del 18 Brumario de Luis Bonaparte: “no podían representarse ellos mismos; debían ser representados” (Said 1979, xii). La tesis de este clásico es, en el fondo, sencilla, aunque Said utiliza un cuantioso material para demostrarla una y otra vez: “la cultura europea ganó en fuerza e identidad estableciéndose, ella misma, contra el Oriente, como una suerte de yo-subrogado o incluso subterráneo” (4). Pero el orientalismo constituye, sobre todo, para Said, una empresa cultural, desarrollada y formulada a través del saber universitario, los expertos y sabios sobre Oriente, y las formas de especialización del saber que comienzan a predominar en las humanidades del siglo XX. Para Said, es “el nexo entre poder y saber que crea al ‘oriental’ y en cierto sentido lo oblitera como ser humano” (27).
Slavoj Žižek
Mauricio Amar Díaz / Žižek y los no europeos. Orientalismo secular e Islam político
Filosofía, PolíticaEste ensayo no pretende ser una defensa del Islam -los musulmanes tienen su propio aparato crítico para emprender esta tarea- sino una actualización de la crítica al orientalismo y a la idea del choque de civilizaciones como paradigma de la realidad contemporánea. El texto sostiene una querella específica contra Slavoj Žižek, quien ha intervenido en el debate sobre Europa y el Islam reforzando, desde un punto de vista secular, dichos modelos de pensamiento. Intentamos mostrar que el Islam lejos de ser reducible a una esencia de carácter violenta, es un campo de lucha de imaginarios que se desarrolla históricamente y del cuál el Islam Político es el que mejor se entiende con el orientalismo.
