Por lo general, el primer poemario se convierte en la declaración de principios de alguien que ha encontrado una voz en la palabra. El texto poético como una fotografía captura un momento de la vida del poeta y lo deja plasmado en el verso. En el caso, de David Aránguiz Mardones (1990), su primera obra funciona más bien como un telón exquisito donde el creador vuelca todo su acervo cultural y poético recopilado por años tanto en la academia como en su labor de docente e investigador. De tal suerte, este quehacer muta en un depurado artefacto de resistencia, es así que, “Pez Suelto” (Libros del Pez Espiral, 2024) exhibe una pátina alegórica en sus versos que abraza a cada momento el concepto de sincretismo, pero no comulga con la civilidad del concepto sino al contrario reniega al oponerse al orden establecido en la historia de Chile: patriarcal, clerical, racista y clasista que se gestó con los años como un verdadero imbunche.
Poesía contemporánea
Melissa Nungaray / Regocijo amurallado por las aspas del viento y otros poemas
PoesíaRegocijo amurallado por las aspas del viento,
nada es mío, nada es mío, deseo que no seas mío,
corazón colibrí, adonde no estás te veo y escucho,
aquí los ojos diluyen cicatrices, fronteras y rayos.
Somos la aurora que danza en la resonancia de la lluvia,
lodosa resonancia que se dice vuelo estelar de la memoria,
aquí la estrella se devora a sí misma en fulgor silente.
Ojo túnel en los retazos de la carne ángel:
a rose is a rose is a rose…
Brotan racimos de cielo, llaves, versos espirales
en la concatenación de los espectros.
Ojo túnel en el corazón colibrí,
latidos ferroviarios de la noche,
cántame, oh luna, lo que seré.
Más allá del más allá pronunciado
estoy completa en mis partes divididas.
Y yo que no soy lo que digo
huyo de lo que me dice.
Y yo que soy lo que digo
digo lo que no digo que me dice.
Rodrigo Verdugo / Poemas de Anuncio, XIII Parte
Poesía258
Bajo una dorada gloria
el mar es besado por muertos
polen que se disputan los dioses,
semen que se disputan los barcos.
Me estrello contra tu templo
antes que un cóndor ciego
conquiste a una golondrina.
El mar besa dioses
que lo van besando
y la suma de todos esos besos
son el oleaje que al atardecer
contemplarán todas
las parejas que vendrán.
OMAR CRUZ / EL HOMBRE FRENTE AL ESPEJO Y OTROS POEMAS
PoesíaNOMBRAMOS A LA HOGUERA
[cuando se enciende en la madrugada]
La casa en la que viví está inhabitada:
pero la puerta tiene la misma hendidura
que el filo del hacha le hizo al árbol
aquel día en el que vió sus formas al nacer.
Nombramos a la hoguera
[para que el vestigio nos pueda desafiar.]
En el marco de la ventana:
siguen las huellas del niño
que dibujaba oropéndolas y zanates
con la polvareda de las calles
y el subterfugio de los arcoíris.
Nombramos a la hoguera
[mientras la herida decide volver].
Las paredes siguen intactas:
pero no olvidan la luz en los pasillos
ni el corte preciso de las palabras
ni las cicatrices que hicieron los espejos
cuando reflejaron la anatomía de las moscas
y la metamorfosis de las cucarachas.
Nombramos a la hoguera
[cuando el silencio ha decapitado la noche.]
La casa en la que crecí sigue inhabitada:
en el techo aún están colgadas las voces
y los presagios que las arañas tejieron
desde el primer día en el que nos fuimos
cando aun las antorchas estaban encendidas.
Nombramos a la hoguera
[para ser testigos de la bruma que se riega por las mañanas.]
Dareen Tatour / Pérdida y Paloma
PoesíaPérdida
Nacer en mi tierra natal
Pero sentirme como si estuviera en el exilio es la definición de pérdida.
Os digo esto, criminales
Quitadme la democracia
Que ha dibujado el insomnio de una masacre
En mis ojos
Dejadme una dictadura
Una mujer llamada Palestina
Con sus miradas, me tranquilizo
Que estoy presente y aún existo
Rafael Rubio / Sobre País de las hojas de Aldo González Vilches
PoesíaPaís de las hojas es un título engañoso, que bien podría encabezar una colección de poemas láricos o titular un libro del propio Teillier. Pero aquí no encontraremos esa nostalgia del futuro que trasunta el lenguaje del poeta de Lautaro, ni el realismo secreto como la búsqueda de símbolos ocultos tras la apariencia de la naturaleza. Tampoco está la recuperación de la infancia como el lugar donde los mitos preservan su pureza, ni el paisaje como telón de fondo de una nostalgia, predominantemente objetivada en el bosque. El engaño inducido por el título se disipa cuando planteamos que “hojas” no remite solo a hojas de los árboles, sino también a “expedientes”, “documentos burocráticos”, poemas, etc.
