El presente artículo tiene como objetivo reflexionar a partir de las principales ideas filosóficas de Walter Benjamin y Frantz Fanon sobre el problema de la violencia política para luego mostrar las diferencias y posibles relaciones en los planteamientos de los autores. En un primer momento se mostrarán las denuncias hechas por los dos autores al sistema político moderno en cuanto a que la apariencia pacífica de las relaciones sociales se fundamenta en relaciones mediadas por la violencia. Luego, se analizarán los principales planteamientos acerca de la violencia divina y de la violencia revolucionaria o contraviolencia en cada uno de los filósofos. Por último, se aportarán algunas conclusiones que contrasten las propuestas de este diálogo y permitan trazarlímites y posibilidades en la lucha política que cada autor en su particularidad está presentando.
Violencia Divina
Rodrigo Karmy Bolton / ¿Es lícito (hacerse) matar? Sacrificio y martirio en Walter Benjamin y Furio Jesi
FilosofíaLa conexión entre Walter Benjamin y Furio Jesi se da en más de un aspecto. Uno de ellos es la cercanía, pero a la vez la distancia, que existe respecto del problema del “sacrificio” y la pregunta acerca de si “¿Es lícito (hacerse) matar?”. El presente ensayo, coloca entre paréntesis el “hacerse” para subrayar el ejercicio de muerte asociado o bien a otro o bien a la posibilidad del suicidio de un cualquiera (no de un héroe) que estaría tratado como problema tanto en Para una crítica de la violencia de Benjamin como en Spartakus de Jesi. La tesis de nuestro ensayo es que en ambos pensadores se sugiere una noción del sacrificio que la distancia respecto de su forma “soberana” y que, en virtud de tal distancia, optaremos por llamarla “martirio” y no “sacrificio” para subrayar el carácter desobrante, popular e insurrecto del acto, tal como aconteció en el contexto de las revueltas árabes del 2011. Si se quiere, el “sacrificio” sería una forma de apropiación, en cambio, el “martirio” (cuya práctica mas pregnante sería la inmolación) constituirá un modo del uso de los cuerpos, según la nomenclatura de Giorgio Agamben. Por eso, el mártir y no el chivo expiatorio, será concebido como uno de los operadores más decisivos de la imaginación popular.
