Silvana Vignale / Nancy y su intruso

Filosofía

Las y los franceses tienen una manera peculiar y directa de anunciar la muerte de alguien: est mort. En el caso de Jean-Luc Nancy, eso suena también de modo peculiar, cuando él mismo ha reflexionado no tanto sobre el umbral del que nadie puede ser testigo para proferir palabra, sino del cuerpo y la posibilidad de una sobrevida, especialmente en su ensayo El intruso.

“Yo he recibido, entonces, el corazón de otro”.1 Así comienza el texto en el que relata la experiencia de ser trasplantado de corazón. Escritura que lejos de ser una crónica, se convierte en una intervención del pensamiento sobre nosotros mismos –sospecho que no podía hacerlo de otro modo–. Tampoco podía ser de otra manera que el texto que sigue, no fuera escrito por mí sino en el marco de un seminario titulado “Políticas del cuerpo” –quizás pueda advertirse su tono pedagógico y las derivas de algunos tópicos que serían posteriormente retomados–. Había quedado en el archivo de mi computadora, quizás porque consideraba que no era lo suficientemente académico para ser publicado. Pero Nancy, como Gilles Deleuze, como Jacques Derrida, como Michel Foucault, son aquellos a quienes debo el animarme a publicar sobre lo que escribo: fundamentalmente, pensando que no hay un público lector, sino el encuentro con otros, el entramado de un texto que se escribe, circulando entre singularidades de diferentes edades y geografías.

Maria de los Angeles Padilla Lavin / La noción de cuerpo en Judith Butler: una estructura imaginada, producto del deseo

Filosofía

El tema de la corporalidad en la producción filosófica y política de Judith Butler es altamente polémico por la peculiar postura butleriana de poner en tela de juicio cualquier realidad enraizada con tintes normativos. Nuestro texto busca dar pautas para entender la postura y el tratamiento que esta autora hace, tanto de la corporalidad como de las estructuras de poder que constituyen al sujeto, el cual sólo tiene como posibilidad el desafiarlas, el desestabilizarlas y volverlas a configurar para significarlas como lo que son: meros constructos provisionales. En este sentido, desde la óptica butleriana es inviable lograr políticas estables.

Talía Morales / El rescate del cuerpo, de Spinoza a Nietzsche

Filosofía

Fuente: Aion.mx

La sociedad se ha desarrollado en función de grandes dualismos, como: bien y mal, alma y cuerpo, inocencia y culpabilidad, etc. En todos los casos un extremo de la oposición representa la virtud y otro la falta de virtud, que merece castigo. El dualismo es posible gracias a la creencia en valores superiores y más “justos”, que desprestigian y desvalorizan a sus opuestos. Baruch Spinoza distinguió con claridad el envenenamiento emanado a partir del dualismo; según él, estas formas negativas de la vida tienen dos fuentes: una exterior, presentada como odio o resentimiento, y otra interior, presentada como mala conciencia o culpabilidad.