La izquierda reformista en 1970 y la sobreabundancia de mitos y disputas hermenéuticas abren lecciones sobre ideología, estética y campo hegemónico. La vía italiana y las lecciones de “bloque” extraídas desde la Unidad Popular. Antes, la crítica al Mayo Francés, y las afirmaciones hiperbólicas de los “nuevos filósofos”. Guy Lardreau sostenía que no habría futuro si la izquierda ganaba las elecciones, denegando toda posición afirmativa. Mitterrand asumió el poder en 1981, y los intelectuales antitotalitarios -refractarios de Mayo- volvieron a denunciar las amenazas que representaba para la libertad la presencia de varios ministros comunistas en el nuevo gobierno. Enrico Berlinguer y su célebre “Lecciones de Chile“, advirtiendo que la “vía pacífica” carecía del momento hegemónico. El ineludible tributo a la obra de Antonio Gramsci allende los andes. Los años del plomo en Italia y la caída del “compromesso Storico” tras el secuestro de Aldo Moro (DC) a manos de las “brigadas rojas”. La experimentación del Eurocomunismo y la irrupción de los teóricos del éxodo bajo el (post)operaismo -Negri, la militancia, la praxis y un largo exilio- para contrarrestar la crisis del obrero masa, y la debacle insalvable del marxismo vulgar.
Frente Amplio
Carlos del Valle y Mauro Salazar J. / La kastización del mundo. Octubrismo y parto Republicano
Filosofía, Política“La razón fundamental que explica esto es que hoy no tenemos un presidente. Sebastián Piñera es una figura fantasmal, ronda los pasillos de La Moneda y de cuando en cuando aparece con declaraciones desafortunadas y lamentos extemporáneos. Pero su liderazgo es inexistente y su capacidad de dirección ejecutiva ausente” El Líbero, marzo de 2020.
A semanas del apabullante estallido electoral en favor del Partido Republicano se agolpan una serie de textos e imágenes que nos llevan a ocuparnos de las incertidumbres de diciembre (2023). Todo transcurre una vez que los elencos de la post-transición experimentan una drástica reducción demográfica y un vacío discursivo-programático. ¿Fin de ciclo? Aludimos a una orfandad hermenéutica, donde ni siquiera el “tiro de gracia” que le propinó Repúblicano al clivaje PPD/DC -Concertación-, pudo ser capitalizado por un campo de izquierdas (AP) sin disputa ideológica, relatos, ni potencia imaginal. El bullado proyecto que encabeza José Antonio Kast (JAK) y los enigmas de su sociodemografía, de innegable inserción en un sentido común nihilista y colérico, obligan a sopesar sigilosamente las posiciones o nudos ideológicos que harían plausible un nuevo «pacto social» (texto Constitucional) con una socialdemocracia absorbida en la administración y capturada en la gestión. Lo último agravado por obra y gracia del propio partido que lidera JAK y su promesa refundacional que se avalancha para disputar la hegemonía de la política post-transicional.
Mauro Salazar J. / Apruebo Dignidad ante la capitulación. Progresismo y vidas de derecha
Filosofía, Política“Quién entre aquí que abandoné toda esperanza”. Inferno. Dante
Tras el inicio de la “transición pactada” (1988) la “izquierda chilena” vive sus horas más aciagas ante el revival de acuerdos y cerrojos constitucionales impensados en tiempos de alogarítmos. El proceso derogador del 2019, con su rabia erotizada, potencia igualitaria y “momentos sin destino” -invocando a Giorgio Agamben-, se asemeja a los espejos de Borges. Hoy nadie quiere verse retratado en la imagen que proyecta el espejo. En las últimas semanas el discurso restaurador ha logrado restituir una «normalidad discursiva” para un nuevo reparto oligárquico, que ha logrado retratar la demanda postpopular (2019) como un “vértigo desintegrador” (delirante, distópico y anómico) que abrió paso al consenso reaccionario de progresismos laxos, neoconservadurismos protagónicos, politólogos cortesanos y saberes expertos. Todo ello desechando mitos y leyendas (militancias caducas y peregrinajes de izquierdas maximalistas) para perpetuar la neutralización de la energía crítica.
