En 1977, una sociedad que produce y realiza filmes cinematográficos así como emisiones de televisión, Sonimage, entra en contacto con representantes de la República Popular de Mozambique por intermediario de unos amigos comunes, tras una conferencia en Ginebra.
La sociedad Sonimage propone a Mozambique aprovechar la situación audiovisual de ese país para estudiar la televisión antes de que exista, antes de que inunde (incluso si solo es en veinte años) todo el cuerpo social y geográfico mozambiqueño.