Miguel Ángel Hermosilla / La columna Oscura de Leyla Selman. Hacia una poética de la trasgresión mater-ializada

Literatura

Sombra se encuentra en la oscuridad implacable del otro”. Leyla Selman. La Columna Oscura.

La escritura Madre- hijexs, que recorre la lengua menor y desterritorializada en el texto La columna oscura de Leyla Selman publicada por Mocha Editores, traza una complicidad entre lo que Bataillie sostendrá sobre el erotismo; como un movimiento que consistiría en “la afirmación de la vida hasta la muerte”, y la narración des- personalizada y des- realizada que esta escritura de trasgresión y destrucción de la lengua literaria dominante performatiza en el desgarro de la potencia del cuerpo que ahí escribe, y tal vez en eso se juega toda la erótica de la anasemia verbal del juego de signos que escenifica la polisemia des-centrada de esta poética mater-ializada1, que en todo momento guiñe y se deja habitar por la muerte pero en función de la ritmicidad y el eros mater-ial que pulsa en su escritura.

Donsatula / Crónica de un volantín cayendo en un habitación de tortura

Literatura

Un camión. Un camión recolector de basura. Un niño. Un niño encumbrando un volantín. El sol. El sol cegando por momentos las pupilas del niño. Papeles en múltiples colores. En el fondo risas y olor a pan amasado. Hay mucha gente. La tarde de Septiembre atrae a la gente y los miles de años de invoevolución le prestan alas y zumbidos de abejas. Es sábado y Don Francisco grita y se burla, gangosamente, de los concursantes. En la esquina, en un rincón de ésta, los alambres que forman los neumáticos aún humean, pero nadie le da importancia. Un helicóptero irrumpe en la escena y ahí sí que todos se apuran a mirar. Algunas madres, temerosas, jalan de un ala a los más chicos y los entran a sus casas. Las radios bajan el volumen del encuentro pelotero entre Aviación y Cobreloa. El niño continúa su juego, inmerso en el azul cielo que en ese momento cubre las cabezas de menos de 10 millones de habitantes.

Juan Manuel Rivas / Los muertos no escriben, pero sí accionan portales. Comentario literario sobre “Los muertos no escriben” de Emilio Ramón

Literatura

En el panorama actual de la novela nacional se pueden encontrar propuestas que avanzan por diferentes derroteros e inquietudes, muchas de las cuales son difíciles de ser adscritas a un estilo definido. No obstante, la escena independiente ofrece discursos pletóricos de creatividad y exentos de límites estéticos. En este caso la apuesta de Emilio Ramón con su novela “Los Muertos no escriben” brinda aire fresco y nos traslada irrevocablemente a los autores de fines del siglo pasado, con sus discursos embadurnados de impresionantes bandas sonoras, drogas y postmodernismo muy en la senda de autores como Irving Welsh, Nick Hornby o Thomas Pynchon.

Ryan Yarber / Más allá del género: El experimento mental de Ursula K. Le Guin en La mano izquierda de la oscuridad

Literatura

La novela de Ursula K. Le Guin La mano izquierda de la oscuridad ha servido para hacer avanzar el discurso sobre el género y la sexualidad desde su publicación hace más de cincuenta años. Muchas respuestas críticas a la novela se centran en estos temas a pesar de su función como velo de la intención original de Le Guin. El género y la sexualidad son barreras que el lector debe traspasar para comprender plenamente el triunfo de la novela. No cabe duda de que este libro plantea preguntas y nos hace replantearnos nuestras ideas preconcebidas sobre el género y la sexualidad, y esto confirma un éxito del experimento mental de Le Guin, pero la intención primordial era ir más allá del género y la sexualidad para revelar una característica humana.

Juan Manuel Rivas / Cómo abordar un artefacto mágico: los poemas como designios. Reseña sobre “Poemancias”, de Micaela Mendoza y Adrell Romero

Literatura

Como definir la crispación de la marea cuando el viento dibuja su suave ondulación o como cincelar la madera reblandecida por la humedad del tiempo siniestro. Hay cosas que no se pueden describir tan fácilmente. “Poemancias” (2020, Editorial Perro Negro: Bolivia), de las poetas y transmutadoras Micaela Mendoza, boliviana, y Adrell Romero, mexicana, es a todas luces un libro oracular, un poemario de alcances proféticos y que funciona como tarot, donde cada carta unge al poema al lugar que siempre ha debido tener: un designio procedente de las profundidades del alma. Si bien el concepto de la obra transita por las mancias propias del devenir mágico, también quedan de manifiesto temas propios del mundo conocido de las autoras. Es extravagante señalar que este proyecto comenzó por vía mántica, pero así lo expresa una de sus autoras, Micaela Mendoza, quien habita las alturas de Bolivia y agrega que este juego de puertas se inició a través de una conexión astral con Adrell, la otra autora, quien vive en México: “Comenzamos a tirar las cartas a distancia y a hacer rituales y después a realizar el estudio de los símbolos y de ahí fueron saliendo los poemas”. Asimismo, se unió a esta aventura la diseñadora y taromante Carla Spinoza, quien proveyó de surrealismo y arte al proyecto. Según agrega Mendoza “el proceso fue detallado, largo, contemplativo y lleno de ceremoniosidad, pero el resultado vale la pena puesto que hace su ciclo vital en las manos de cada persona, es un oráculo literario finalmente”, sentencia la poeta.

Guillermo Enrique Fernández / En torno a la lectura de A la caza del animal que no se oculta de Ramón Guzmán Rallimán

Literatura

Estamos como lectores y lectoras a la caza del animal que no se oculta, la palabra se transforma por una letra en casa, una casa para siempre, no sabemos si entramos a la casa o es la casa de la cual no hemos podido salir y no lo sabíamos, o no queríamos reconocer como casa. Una casa que no cobija, sino que es inhóspita, como el mundo, la historia.