Maurizio Lazzarato / ¿Por qué la guerra? La coyuntura económico-político-militar

Filosofía, Política

El fracaso económico y político de EE.UU.

Está en marcha un proceso político y económico doble, contradictorio y complementario: el Estado y la política (estadounidense) afirman enérgicamente su soberanía mediante la guerra (incluida la guerra civil) y el genocidio. Mientras, al mismo tiempo, muestran su total subordinación al nuevo rostro que ha adquirido el poder económico tras la dramática crisis financiera de 2008, promoviendo una financiarización sin precedentes, tan ilusoria y peligrosa como la que produjo la crisis de las hipotecas subprime. La causa del desastre que nos llevó a la guerra se ha convertido en una nueva medicina para salir de la crisis: una situación que sólo puede ser presagio de otras catástrofes y guerras. El análisis de lo que ocurre en Estados Unidos, el corazón del poder capitalista, es crucial porque es precisamente de su seno, de su economía y de su estrategia de poder, de donde han partido todas las crisis y todas las guerras que han asolado y asolan el mundo.

Javier Agüero Águila / La paz no existe

Filosofía, Política

La paz no es el antónimo de la guerra, por el contrario, es su mímesis. El espacio en blanco (su sangría) que la antecede.

¿Qué paz? ¿hay diferentes formas de paz o la inmensidad de su significado se abrevia en su puro singular? ¿Desde qué lugar hablamos en el momento en que nos dirigimos a ella? ¿es posible ir directo a la paz, sin desvíos, sin permutar nada, sin conceder la más mínima alteración de nuestra pulsión pacifista? O, por el contrario ¿estamos determinados a destruir todo a nuestro paso mientras nos enrolamos en su búsqueda frenética? La paz no existe, nunca, es una esterilidad histórica y culturalmente falsa; se trataría de que en su nombre todo lo que la humanidad ha perseguido no es más que la expansión y subordinación de un grupo humano por sobre otro. La paz no existe, no es, y toda su gramática y tradición que deviene de un cierto eco judeo-cristiano no se correlaciona en nada con la constatación histórica del sometimiento que urge y exige.

Giorgio Agamben / Algunas noticias sobre Ucrania

Filosofía, Política

Entre las mentiras que se repiten como si fueran verdades evidentes está la de que Rusia invadiría un Estado soberano independiente, sin especificar en absoluto que ese supuesto Estado independiente no sólo lo era desde 1990, sino que durante siglos había sido parte integrante primero del imperio ruso (desde 1764, pero ya entre los siglos XV y XVI estaba incluido en el Gran Ducado de Moscú) y luego de la Rusia soviética. El ucraniano, además, fue quizá el más grande de los escritores en lengua rusa del siglo XIX, Gogol’, quien, en las Estelas de la granja Dikanka, describió maravillosamente el paisaje de la región que entonces se llamaba «Pequeña Rusia» y las costumbres de las gentes que vivían en ella. En aras de la exactitud, hay que añadir que, hasta el final de la Primera Guerra Mundial, una gran parte del territorio que hoy llamamos Ucrania era, bajo el nombre de Galitzia, la provincia más lejana del Imperio austrohúngaro (en una ciudad ucraniana, Brody, nació Joseph Roth, uno de los más grandes escritores en lengua alemana del siglo XX).

Giorgio Agamben / La invención del enemigo

Filosofía, Política

Creo que muchos se han preguntado por qué Occidente, y en particular los países europeos, al cambiar radicalmente la política que habían seguido durante las últimas décadas, decidieron de repente convertir a Rusia en su enemigo mortal. En realidad, una respuesta es muy posible. La historia demuestra que cuando, por la razón que sea, fallan los principios que aseguran la propia identidad, la invención de un enemigo es el dispositivo que permite -aunque sea de forma precaria y, en última instancia, ruinosa- hacerle frente. Esto es precisamente lo que está ocurriendo ante nuestros ojos. Es evidente que Europa ha abandonado todo aquello en lo que creía desde hace siglos -o, al menos, creía creer: su Dios, la libertad, la igualdad, la democracia, la justicia. Si la religión -con la que Europa solía identificarse- ya no es creída ni siquiera por los sacerdotes, también la política ha perdido hace tiempo su capacidad de guiar la vida de las personas y los pueblos. La economía y la ciencia, que han ocupado su lugar, no son en absoluto capaces de garantizar una identidad que no adopte la forma de un algoritmo. La invención de un enemigo contra el que luchar por cualquier medio es, a estas alturas, la única manera de colmar la angustia creciente ante todo aquello en lo que ya no se cree. Y ciertamente no es una prueba de imaginación haber elegido como enemigo al que durante cuarenta años, desde la fundación de la OTAN (1949) hasta la caída del Muro de Berlín (1989), permitió que la llamada Guerra Fría, que parecía, al menos en Europa, haber desaparecido definitivamente, se desarrollara sobre todo el planeta.

Giorgio Agamben / Teatro y política

Filosofía, Política

Es al menos singular que no nos cuestionemos el hecho, no menos inesperado que inquietante, de que el papel de líder político sea cada vez más a menudo asumido por actores: es el caso de Zelensky en Ucrania, pero lo mismo ocurrió en Italia con Grillo (eminencia gris del Movimiento 5 estrellas) e incluso antes en los Estados Unidos con Reagan. Es ciertamente posible ver en este fenómeno una prueba del declive de la figura del político profesional y de la creciente influencia de los medios de comunicación y la propaganda en todos los aspectos de la vida social; pero es evidente en cualquier caso que lo que está ocurriendo implica una transformación de la relación entre política y verdad sobre la que hay que reflexionar. Que la política tuviera que ver con la mentira es, de hecho, obvio; pero esto simplemente significaba que el político, para alcanzar objetivos que consideraba desde su punto de vista verdaderos, podía sin demasiados escrúpulos decir lo falso.

Tariq Anwar / Una vida

Literatura

Una vida. Una niña. 7 años. Vivía en Gaza. Ahora no vive. Su cuerpo fue destruido por una bomba israelí. Una vida. Miles de palabras. Cientos de noches en que soñó sin recordar. Le leían cuentos por las noches. Repetidos, siempre los mismos. Le gustaba. Sobre todo disfrutaba ese último toque en la nariz que su padre le daba antes de dormir. 7 años. Ahora no vive. Su cuerpo está destrozado. Costó identificarla. Fue por su vestido. Una ropa que le regalaron para su cumpleaños. Le había quedado grande, pero le gustaba. Vivía en Gaza. Ahora no vive. Tenía cinco primos y tres primas. Vivían con ella. Vivían en Gaza. Ahora no viven. Sus cuerpos fueron destruidos por una bomba israelí. Había miedo. Sonidos de drones. Ambulancias. Pero le gustaba ese último toque en la nariz antes de dormir. Le leían cuentos en las noches. Siempre los mismos. Ahora no vive.