Aldo Bombardiere Castro / Divagaciones: Sobre de una deriva ficticia de la literatura latinoamericana

Filosofía, Literatura

Una deriva. Solamente una. Podrían haber muchas. De hecho, las hay: existe una multiplicidad de derivas, reales y potenciales, ignoradas o al borde de quedar expuestas, cada cual con su significación y sus acentos, cada cual recalcando los lamentos de sus caídas o esmerándose en tejer las proyecciones de sus deseos. Hablamos de una deriva, entre muchas otras, sufrida por la literatura latinoamericana.

En efecto, la deriva que abordaremos ostenta un carácter interpretativo, o mejor dicho, doblemente interpretativo. Se trata de una interpretación donde lo interpretado ya constituye, a nivel esencial, una interpretación: la ficción es interpretación que, dichosamente, se ha desprendido de su principio de realidad y de la jactancia enunciativa de la verdad, de una sola verdad. Pero, paradójicamente, en la desenvoltura de tal ficción siempre termina por revelarse la máxima verdad. No la deslavada verdad de los hechos, sino aquella que acompaña e impulsa a vivir a cada ser humano: el deseo de la felicidad, la cual, cargada de angustias, se plasma en imaginación.

Miguel Valderrama / Sobre la extrañeza de no seguir siendo chino. Una modesta proposición

Filosofía, Literatura, Política

¿Cómo hacer justicia a Huidobro y la literalidad, de Zeto Bórquez? Cómo leer sin detenerse no en la letra, no en el texto, si no en el acto mismo de la lectura en tanto técnica, en tanto tecnogénesis que da lugar a una existencia, a una criptogénesis que aún no hemos terminado de aprehender y que, sin embargo, parece ya algo del pasado, propio de una existencia técnica devenida ruina, testimonio mudo de una obsolescencia maquinal. Pues, en efecto, si tomamos en serio la tesis historiográfica del libro que aquí presentamos, si tomamos en serio la doble sesión o la doble ilustración que esa tesis promete, Huidobro y la literalidad es un libro cuyo “horizonte” de inscripción no es otro que aquel que Pier Paolo Pasolini identificó en los años cincuenta del siglo pasado con la tesis de una “mutación antropológica” y el advenimiento de un “mundo posthistórico”. Por supuesto, esta tesis es modulada en el libro a partir de otras referencias teóricas, a través de un ingenio archival que se organiza casi exclusivamente alrededor de los nombres propios de Vicente Huidobro y Gilbert Simondon. Nombres que en una primera aproximación parecerían remitir a la literatura y la filosofía, a una literatura que por mediación de la firma del poeta buscaría poner en juego la propia vida expuesta en tanto creación, así como encontraría en la filosofía el precipitado de una elaboración paciente derivada de una interrogación detenida en torno a aquello que habitualmente suele identificarse con la vida, la invención y la existencia. Nombres que en el retardo de una aproximación que en su misma demora pareciera perder a la literatura y la filosofía, conjugarían un tiempo en donde la lectura sería desplazada por la cuestión del objeto literario, por el modo de existencia que ese objeto literario reclama para sí en tanto creación o invención.

Aldo Bombardiere Castro / Getzsheim

Literatura

No imaginé que sería así. Mis vacaciones no tendrían por qué haber sido así.

El mar se ondeaba calmo y silencioso, desplazándose como un racimo de nubes al atardecer. La ausencia de autos y edificaciones daba lugar a una soledad irrefutable, la cual, sin embargo, parecía inmediatamente colmada por un magnetismo espectral. Las aves dibujaban su silenciosa aureola en el tapiz del cielo y, mientras caminaba por el borde costero, mis pies yacían acariciados por el terciopelo arenoso. Me hallaba a kilómetros de la zona de casinos y resort que, desde hace años, no deja de proliferar. Yo quería conocer el mundo.

Alejandra Castillo / Me creas una ventana. Una nota sobre Marciano de Nona Fernández

Filosofía, Literatura, Política

“En mi celda de Brasil aprendí a jugar ajedrez mentalmente. Cerraba los ojos y dibujaba un tablero imaginario en mi cabeza. Un gran cuadrado trazado por ángulos rectos, que a la vez se conformaba de sesenta y cuatro cuadrados pequeños que hospedarían a una pieza, también imaginaria, en algún momento del juego”. (Nona Fernández, Marciano)

Contar una historia como quien vuelve a una partida de ajedrez que ha quedado congelada en el tiempo. Repasar los movimientos de memoria, una y otra vez, avanzar por las mismas casillas advirtiendo salidas donde se pensaba un fin de camino. O, quizás, contar una historia solo para trazar cuatro ángulos rectos que en su unión abren una ventana para mirar el mar y desde ese lugar ver a Mauricio Hernández Norambuena, el comandante Ramiro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Nona Fernández crea esa ventana en su novela Marciano1.

Miguel Ángel Hermosilla / La columna Oscura de Leyla Selman. Hacia una poética de la trasgresión mater-ializada

Literatura

Sombra se encuentra en la oscuridad implacable del otro”. Leyla Selman. La Columna Oscura.

La escritura Madre- hijexs, que recorre la lengua menor y desterritorializada en el texto La columna oscura de Leyla Selman publicada por Mocha Editores, traza una complicidad entre lo que Bataillie sostendrá sobre el erotismo; como un movimiento que consistiría en “la afirmación de la vida hasta la muerte”, y la narración des- personalizada y des- realizada que esta escritura de trasgresión y destrucción de la lengua literaria dominante performatiza en el desgarro de la potencia del cuerpo que ahí escribe, y tal vez en eso se juega toda la erótica de la anasemia verbal del juego de signos que escenifica la polisemia des-centrada de esta poética mater-ializada1, que en todo momento guiñe y se deja habitar por la muerte pero en función de la ritmicidad y el eros mater-ial que pulsa en su escritura.

Efrén Giraldo / Un ensayo de mirada

Estética, Filosofía, Literatura

Sobre La mirada disyecta de raúl rodríguez freire, Santiago de Chile: Mimesis, 2024.

El más reciente libro de raúl rodríguez freire ejemplifica la manera en que, desde la reflexión y la creación, en América Latina se siguen desarrollando nuevas formas y modos del ensayo. La mirada disyecta. Corpoficción es una obra que trata de responder a la extraordinaria movilidad que el género de Montaigne ha empezado a tener en contextos que parecerían distantes de la literatura. Y también, da ocasión para discutir el punto que han alcanzado los cruces entre edición, imagen y ensayo.

Ahora bien, antes de discutir los perfiles ensayísticos que se insinúan en este libro, valdría la pena referirse a la relación entre mirada y ficción que se plantea desde el primer capítulo, un texto “redondo” sobre La invención de Morel, la célebre novela de Adolfo Bioy Casares. En este capítulo, rodríguez freire se ocupa de algo más bien desatendido: el modo en que la novela Bioy hace suyas algunas preguntas cruciales sobre la mirada. Desde el prólogo de Borges hasta el libro aquí reseñado, pasando por el ensayo de Blanchot y la película de Resnais, podemos darnos de cuenta de un tema que ha permanecido, hasta cierto punto, en la sombra: que la novela de Bioy es una ficción sobre el mirar. Esto, como se sabe, ya estaba en el referente fundamental de la novela: El castillo de los Cárpatos, una novela de Verne publicada en 1892 que reelabora una larga tradición que se remonta hasta el mito de Pigmalión. O, incluso, hasta el mito de Pandora, que recientemente ha sido reelaborado por películas como Her de Spike Jonze y, un poco antes, por novelas como La ciudad ausente de Ricardo Piglia. Este mito no es otro que el de la mujer imaginaria, proyección de un hombre.