Andrea Fuentes-Marcel / Simone Weil pensadora liminar

Filosofía

Weil construyó inteligibilidad mediante una escritura que desenraiza el pensamiento de conceptos habituales. Sus reflexiones sobre la fuerza indican que solo leemos sensaciones que el mundo nos ofrece mediante nuestro cuerpo que resultará determinante para propiciar transposiciones semánticas que modifiquen lo que el ser humano lee en la realidad. De aquí el alcance político de cuerpos y discursos en la conversación transversal de las instituciones y en el interior de los colectivos cuyos dispositivos vuelven más reales las significaciones fijadas a los nombres que las cosas mismas a las que aluden, esta modalidad de fuerza impide el acceso a la verdad impersonal.

Andrea Fuentes-Marcel / Simone Weil pensadora liminar

Filosofía

Weil construyó inteligibilidad mediante una escritura que desenraiza el pensamiento de conceptos habituales. Sus reflexiones sobre la fuerza indican que solo leemos sensaciones que el mundo nos ofrece mediante nuestro cuerpo que resultará determinante para propiciar transposiciones semánticas que modifiquen lo que el ser humano lee en la realidad. De aquí el alcance político de cuerpos y discursos en la conversación transversal de las instituciones y en el interior de los colectivos cuyos dispositivos vuelven más reales las significaciones fijadas a los nombres que las cosas mismas a las que aluden, esta modalidad de fuerza impide el acceso a la verdad impersonal.

Noelia Billi / Materialidad y agujeros sin espíritu: Artaud entre Blanchot y Derrida

Arte, Filosofía

A partir de las lecturas realizadas por Blanchot y Derrida sobre la obra de Artaud, sostenemos aquí que el descentramiento antrópico de la escritura permite repensar un materialismo (no dialéctico y no sustancial) que hace justicia a la organolepsia impersonal del arte toda vez que no la reduce al horizonte representativo humano. En el recorrido que proponemos, la lógica que Blanchot (en Le livre à venir) y Derrida (en Forcener le subjectile) recuperan de la obra artaudiana implica una reconfiguración de la noción de superficie y fuerza que, concomitantemente, expone un nuevo planteo ontológico y estético. Dicha propuesta revela la necesidad de una distancia con respecto al horizonte moderno para acoger la potencia inorgánica de los materiales sin expropiarlos de su animación y, a la vez, reivindicar lo viviente sin plegarlo a las condiciones de lo humano.

Roberto Esposito / Totalitarismo o biopolítica

Filosofía
A pesar de su frecuente confusión, los paradigmas de totalitarismo y biopolítica resultan muy heterogéneos. Mientras el libro de Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, todavía parece inscrito dentro del marco de la filosofía de la historia, aunque sea invertido y vuelto hacia el origen perdido (la polis griega), la categoría de biopolítica, tematizada a mitad de los años setenta por Michel Foucault, pero anticipada ya en la obra de Nietzsche, impide toda reconstrucción lineal de la relación entre pasado y presente. La conexión directa entre política y vida biológica, que se establece desde un cierto punto de vista, altera radicalmente la filosofía política moderna y la aprehende desde un nuevo horizonte de sentido. Por otra parte, mientras Arendt, pese a la deconstrucción de la idea de derechos humanos, no elabora una verdadera crítica del derecho, Foucault discute explícitamente el nexo entre derecho individual y soberanía estatal.