¿Estamos viviendo, con este confinamiento forzado, un nuevo totalitarismo?
“En muchos aspectos se formula ahora la hipótesis de que estamos viviendo el fin de un mundo, el de las democracias burguesas, basado en los derechos, los parlamentos y la división de poderes, que está dando paso a un nuevo despotismo que, en lo que respecta a la omnipresencia de los controles y el cese de toda actividad política, será peor que los totalitarismos que hemos conocido hasta ahora. Los politólogos estadounidenses lo llaman el Estado de Seguridad, es decir, un Estado en el que “por razones de seguridad” (en este caso, “salud pública”, término que hace pensar en los notorios “comités de salud pública” durante el Terror) se puede imponer cualquier límite a las libertades individuales. En Italia, después de todo, estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo a una legislación de decretos de emergencia por parte del poder ejecutivo, que de esta manera sustituye al poder legislativo y de hecho suprime el principio de la división de poderes en el que se basa la democracia. Y el control que se ejerce a través de las cámaras de vídeo y ahora, como se ha propuesto, a través de los teléfonos móviles, supera con creces cualquier forma de control ejercido bajo regímenes totalitarios como el fascismo o el nazismo”.