Alex Reid / Vivir en planicies digitales: Ensamblajes de visión de ordenador

Estética, Filosofía

Este artículo explora la visión por ordenador no sólo en términos de su uso con máquinas «inteligentes», como los vehículos autónomos, sino también en términos más amplios de la visión humana cotidiana mediada digitalmente, como la que se experimenta a través de los teléfonos inteligentes. Basándome en la teoría del ensamblaje y la arqueología radical de los medios de comunicación, describo los procesos tecnológicos que enlazan ensamblajes espacio-temporales materialmente diferentes para producir una condición posthumana de la visión por ordenador tipificada por lo que Wolfgang Ernst denomina el «impulso epistemogénico» de las «configuraciones tecno-matemáticas». Las ontologías planas de Manuel DeLanda resultan útiles aquí para describir cómo interactúan los ensamblajes que operan en diferentes espacio-tiempos. A continuación, recurro al estrato tecno-semiológico de Deleuze y Guatarri, concretamente a su análisis de la superlinealidad espacio-temporal del estrato, para articular una capa digital-calculativa emergente. Sostengo que para entender los conjuntos de visión por ordenador no basta con establecer descripciones técnicas junto a una crítica cultural e ideológica, sino que también es necesario un análisis integrado de las funciones que desempeñan los no humanos digitales en la producción de un nuevo régimen visual con nuevas capacidades y deseos. La capacidad compartida entre humanos y no humanos de la visión por ordenador desplaza la vista de los conjuntos biológicos y lingüísticos de los humanos a conjuntos digitales en los que la visión se vuelve calculable y sujeta a modificaciones algorítmicas. El resultado no son sólo imágenes digitalmente compuestas y proyectadas, sino también nuevos medios de producción, organización e identidad.

Tariq Anwar / Mundos invisibles

Literatura, Sonido

Existen paisajes que no vemos. Ni platónicos ni místicos, sino simplemente invisibles. Están cargados de fuerzas extrañas que los pueblan y les dan forma. Hace unos días intentando mirar los detalles del cuerpo de un zorzal en movimiento, creí haber comprendido algo de sus extrañas presencias. Lo recuerdo así: El zorzal me miró por un momento desde el árbol en el que posaba sus delgadas patitas y ustedes entienden que cuando digo me miró es que se puso de costado para apuntarme con un solo ojo. Hacia dónde tendría dirigida la otra mitad de su visión es algo solo especulable, no podría asegurar nada. Imaginé que tal vez la existencia uno de los paisajes que no vemos estaba en el entremedio de la vista del pájaro, en lo que él no podía ver, o también en la doble mirada, que por una parte contenía la imagen de mi cuerpo y por otra la de una otra imagen que nunca podría yo siquiera imaginar. En su cerebro probablemente no habían dos imágenes, sino una panorámica que incluía la imagen de algo proyectado por mí, ahora entregado al zorzal, y una imagen ignota que hacía juego con la mía, la tocaba, la complementaba distinguiéndose, pues al fin y al cabo, el pájaro sabía separarlas. En esa doble mirada que organiza las imágenes de una manera inimaginable para mí, lo que pienso que ocurre es que se forma un paisaje invisible. Ní platónico ni místico, sino simplemente invisible.


El texto de Tariq Anwar puede ser leído en compañía de la pieza Soundplace1.