Gerardo Muñoz / La pintura forestal y el espacio sagrado: Rubén Fuentes en el Collégiale Sainte-Croix, 2025

Arte, Estética

Esta conversación con el pintor Rubén Fuentes tiene como pretexto su muestra más reciente en la capilla Collégiale Sainte-Croix de Loudun titulada “Archivos Forestales II”. El intercambio a continuación explora algunas preocupaciones entre la pintura, lo sagrado, y la mediación con la naturaleza de cara al colapso de los lazos y entornos con todo lo viviente del mundo. Acercarnos a la obra de Fuentes – construida a lo largo del tiempo desde la opacidad y el tiempo lento, aunque siempre atenta al insondable brillo de los paisajes – es una tarea indispensable para asomarnos a lo que el propio pintor llama, en esta conversación, la potencialidad pura de la imaginación.

1. Rubén, tu más reciente muestra, que lleva de título “Archivos forestales”, se instala en relación sinuosa con la sacralización del espacio. Nos encontramos, al fin de cuentas, en la capilla Collégiale Sainte-Croix, en Loudun. Loudun nos lleva a la mística del siglo diecisiete, al cual Michel De Certeau le dedicó un maravilloso estudio. Obviamente, desde tiempos inmemoriales ha existido una relación entre el arte y lo sagrado pero incluso en un punto álgido de la modernidad, Pavel Florenski podía sostener que la dimensión de lo pictórico perduraría sólo si mantenía su diálogo con la liturgia de la percepción y del misterio. Esta muestra no es, en modo alguno, una obra religiosa en un sentido estricto (o incluso en la forma en que Marie-Alain Couturier lo refirió en un intento de modernizar la sensibilidad religiosa); más bien, tengo para mi que el diálogo de tu pintura con lo sagrado se mantiene a distancia de la fe religiosa, mas nos invita a entrar a un espacio contemplativo sobre el suelo que pisamos y el ambiente en que existimos. ¿Cómo pensante esa difícil relación entre tu trabajo pictórica y el espacio sagrado para esta muestra?

Gerardo Muñoz / Ha pasado un ángel

Arte, Filosofía

En español existe una expresión maravillosa, ya un poco pasada de moda en nuestros tiempos, para expresar la naturaleza de un silencio repentino: «ha pasado un ángel». La frase se usa comúnmente cuando un silencio se impone en medio de una conversación, lo que provoca incomodidad y vergüenza entre los interlocutores. Es casi como si el ángel invisible le recordara a los humanos que la comunicación se basa tanto en las palabras como en el silencio; y que la sombra del silencio, tarde o temprano, es capaz de interrumpir la práctica comunicativa. Según historiadores y lexicógrafos hispanos, el origen de esta expresión en castellano sigue siendo un enigma, ya que, aunque se usó en la modernidad temprana, no tiene una versión latinizada, y sus orígenes se remontan a la antigüedad griega. De hecho, Plutarco señala en su De garrulitate que siempre que en una conversación se produce silencio se dice que ha entrado Hermes [1]. El ángel, por lo tanto, representa la no presencia del lenguaje en el lenguaje, al igual que el ícono es la sublimación de la presencia en toda representación pictórica.

Gerardo Muñoz / Cézanne, la pintura del ocaso del mundo: Una conversación con T.J. Clark

Arte, Estética, Filosofía

T.J. Clark, profesor emérito de la Universidad de Berkeley y ex integrante del ala británica de la Internacional Situacionista, es indudablemente uno de los historiadores de arte más importantes del último medio siglo. Ha escrito una serie de libros que han transformado los debates en torno al modernismo pictórico, tales como The Painting of Modern Life: Paris in the Art of Manet and his Followers (1984),Farewell to an Idea: Episodes from a History of Modernism (1999), Picasso and Truth: From Cubism to Guernica (2013), y más recientemente Heaven on Earth: Painting and the Life to Come (2018), una colección de ensayos en los que se defiende a la pintura como una forma de imaginar la existencia en un mundo evanescente. Su último libro sobre la pintura de Cézanne, titulado If These Apples Should Fall: Cézanne and the Present (2022), extiende su mirada sobre la complejidad de las antinomias del pintor francés cuyo gesto pictórico abre nuevas posibilidades descriptivas de un mundo sensible de cara a la crisis moderna de la apariencia. En esta monografía se dibuja un Cézanne que constituye un modelo de pensamiento ante el abismo de nuestra época. La conversación a continuación con Clark recorre la compleja escena pictórica de Cézanne que hoy, más que nunca, sigue interrogando al presente.

Aldo Bombardiere Castro / Para escribir y resistir con el cuerpo. Janet Toro: tres escenas y una crónica

Arte, Estética, Filosofía, Política

Preludio

No quiero escribir esto. Me gustaría tener el ánimo suficiente, un mínimo de alegría capaz de brindar el latido más enérgico a mis arterias, pero, la verdad, no quiero escribir esto. Quisiera poder escribir con el cuerpo: no tener que escribir esto.

Creo que en la conferencia titulada Literatura + Enfermedad = Enfermedad, contenida en el libro póstumo El gaucho insufrible (2003), Roberto Bolaño señala que cuando la melancolía o la angustia nos invade, y ya no hay ganas de escribir ni ganas de follar, entonces sólo nos queda viajar.

Al final, viajar no es tan distinto de escribir ni de follar, y, tal vez, sólo en virtud de tal semejanza, la acción de viajar comparte con los otros dos la cualidad de producir una suerte de transitorio antídoto o antidepresivo contra la locura, contra la muerte y, sobre todo, contra el tedio, esa reseca desolación del alma ya desprovista de la tenue belleza que porta la melancolía.

Gerardo Muñoz / Caspar Friedrich: la pintura de los dioses del lugar

Arte, Estética, Filosofía

La exhaustiva muestra de la obra pictórica de Caspar David Friedrich que se ha podido ver durante estos meses en el Museo Metropolitano nos brinda una oportunidad inédita para repasar el problema del paisaje en el devenir de la pintura moderna. A fin de cuentas, Friedrich es el artista que ejecuta su obra en un momento cumbre de la historia espiritual europea, cuyo síntoma más notable es la entrada de Napoleón en tierras germánicas de la mano de la síntesis especulativa que es La Fenomenología del Espíritu (1807). Los curadores han rotulado la muestra con un claro énfasis naturalista, The Soul of Nature; y, sin embargo, también se nos advierte en el texto programático de la exhibición que la obra del pintor alemán más que una revitalización de la naturaleza nos hace conscientes de la imposibilidad mediadora entre el orden de la visualidad y la inmersión total en el mundo de la naturaleza [1]. Y sí, en más de un sentido, la mano de Friedrich registra un mundo postnatural en un momento histórico en donde la inmanencia de la physis ha pasado a ser inteligible exclusivamente mediante la justificación de un ordenamiento racional (nomos naturalis).

Andrés Gordillo / Éxtasis sin causa. Acerca de La Chimera (2023) de Alice Rohrwacher

Arte, Estética, Filosofía

Entre los residuos que documentan la existencia de los hablantes hay unos cuantos que cifran «el misterio etrusco» [1]. Uno de ellos es el largometraje La Chimera (2023) de Alice Rohrwacher [2]. Esta inicia, como toda película, con un fondo oscuro. Vale la pena recordar el apunte que hizo Evgen Bavčar al respecto: «Desde hace más de un siglo al ir al cine olvidamos el hecho de que por un breve instante sufrimos la experiencia de la ceguera. Aquella ceguera del cine es efímera, tiene un principio y un fin, y no nos domina ad vitam eternam, así que no presupone la privación de la libertad de la luz circundante. Sin embargo, representa un breve retorno a las tinieblas originales, mejor dicho, hace alusión a lo más oscuro e infinitamente más profundo» [3]. Es, precisamente, a esa dimensión profunda, al tiempo cósmico, al que abisma una y otra vez éste filme. Lo hace a través de lo que Gerardo Muñoz ha denominado como la vía etrusca es decir, de la retirada de la suturación metafísica cifrada históricamente en la subsunción al cálculo hacia las estelas de un silencio ligado a Ctonia, región subterránea, inframundo al que se dirige y de donde proviene la existencia [4]. Esta vía es, esencialmente, una experiencia errática, pues no es programable. Irrumpe, como quien tropieza con la raíz de un árbol al caminar, desestabilizando el andar [5]. Su signo es el de la negatividad: va hacia lo que no dice.