En este ensayo presentamos un recorrido sobre diversos materiales de la obra de Samuel Beckett, con especial énfasis en su única película llamada Film, para señalar, con la ayuda de diversos autores y pensadores (Gilles Deleuze, Giorgio Agamben, Jorge Luis Borges y Emmanuele Coccia, entre otros), cómo en algunas obstinaciones beckettianas es pensable algo así como una imagen imperceptible.
Manuel Ignacio Moyano
Manuel Ignacio Moyano / Un sueño veritativo. Sobre Principios de espectrología, de Fabián Ludueña Romandini
Filosofía—No entiendo eso —replicó Sancho—: solo entiendo que en tanto que duermo, ni tengo temor, ni esperanza, ni trabajo ni gloria; y bien haya el que inventó el sueño, capa que cubre todos los humanos pensamientos, manjar que quita la hambre, agua que ahuyenta la sed, fuego que calienta el frío, frío que templa el ardor, y, finalmente, moneda general con que todas las cosas se compran, balanza y peso que iguala al pastor con el rey y al simple con el discreto. Sola una cosa tiene mala el sueño, según he oído decir, y es que se parece a la muerte, pues de un dormido a un muerto hay muy poca diferencia.
Miguel de Cervantes.
I. El 22 de junio de 1986 un acontecimiento inaudito cambiaría por siempre la historia de los espectáculos deportivos. En el marco del Campeonato Mundial de Fútbol celebrado en México, Diego Armando Maradona marcaría dos goles para el seleccionado de Argentina en su partido por los cuartos de final contra el seleccionado de Inglaterra.
Manuel Ignacio Moyano / Vida y obra de Giorgio Agamben
Filosofía, LiteraturaLector, si recibes esta última obra con indulgencia, acogerás mi sombra, pues, para mí, ya no existo.
Jean-Jacques Rousseau, Carta a M. d’Alembert sobre los espectáculos.
…él fue quien gritó, él fue quien salió a la luz, yo no grité, yo no salí a la luz…
Samuel Beckett, De posiciones.
El film lo había enfurecido. Caminaba con paso decidido por alguna calle de Roma, la cabeza gacha, los hombros encogidos y las manos guardadas en los bolsillos de su fino gabán. Se guarecía del frío descomunal y de sí mismo. Llegaría y advertiría a su padre “la bajeza artística” de semejante film. Sin embargo, lo sabía de antemano, su padre estaría fuera de casa solucionando algún problema administrativo de su floreciente cadena de cinematógrafos que copaba, poco a poco, toda Roma. ¿Hablaría con su madre? Tal vez. Corría el año 1959 e Italia aceleraba su industrialización, aquella que la guerra y el fascismo habían demorado fatídicamente.
Giorgio Agamben / Lucrezio, notas para una dramaturgia
FilosofíaTraducción de Gerardo Muñoz & Manuel Ignacio Moyano. 2016. [“Lucrezio, appunti per una drammaturgia”. La nature delle cose. Maschietto Editore, Firenze 2008.]
1. Poema de la voluptuosidad y de lo tenue, del momento y del evento.
2. ¿Quién es Venus? Ella no sólo es el principio de vida, tal y como lo pudieran sugerir los términos genitrix y alma. Es también el modo en que ese principio actúa: encantamiento, deleite, deseo (que Venus –relacionado con venerari, venia y venenum o el “filtro mágico” –también signifique “encantamiento, encanto”, ha sido demostrado hace más de cincuenta años por un filólogo francés, Schilling). No una madre que nutre, sino una fuente de encanto.
En el prólogo, el sentido de Venus viene definido por los términos voluptas y lepos (este último es un término técnico lucreciano por excelencia). Ellos están etimológicamente emparentados (del griego elpo, espero, deseo, del latín velle) y significan tanto aquello que encanta y despierta el deseo como la delicia que de ello deriva (así venustas significa tanto belleza como goce).