Entrevista a Judith Butler: “Trump está liberando un odio desenfrenado”

Filosofía, Política
Entrevistadora: Rina Soloveitchik.
Traducción: David Durán

Zeit Online: ¿Por qué decidiste escribir un libro sobre asambleas [assemblies] públicas justo ahora?

Judith Butler: Supongo que empecé a pensar en ellas durante las Primaveras Árabes cuando se iniciaron algunos debates sobre si las asambleas públicas eran o no una forma pura de democracia, y sugiriendo: “Esta es la gente y está deshaciéndose de un régimen injusto. Y, por supuesto, eso genera todo tipo de preguntas como: ¿quién es realmente la gente? ¿Es importante que se estén mostrando en la calle? ¿Los cuerpos en la calle representan a toda la gente? ¿Y los que no están en la calle?

Judith Butler / Sobre los atentados en París

Filosofía, Política, Sin categoría

Estoy en París. Ayer por la noche, pasé cerca del sitio de la matanza en la calle de Beaumarchais. Cené en un lugar que está a diez minutos otro blanco de los ataques. Todos a quienes conozco están bien, pero muchos que no conozco están muertos, traumatizados o en duelo. Es indignante y terrible. Hoy las calles estaban ocupadas por la tarde pero vacías por la noche. La mañana se despertó inerte. Debates televisados que tuvieron lugar inmediatamente después de los acontecimientos parecen dejar claro que el “estado de emergencia”, aunque temporal, en realidad crea el precedente para un estado de seguridad intensificado. Los temas tratados en la televisión incluyen la militarización de la policía (cómo “completar” el proceso), el espacio de la libertad y la lucha contra el “Islam”, este último entendido como una entidad amorfa. Hollande, al nombrar esto como “guerra”, trató de parecer varonil, pero lo que más llamó la atención fue el aspecto imitativo de su performance – el asunto se ha vuelto difícil, así que dice su discurso serio. Y, sin embargo, este es ahora el bufón que asume el papel de jefe del ejército.

Luna Follegati Montenegro / El refugiado espectacular. Aylan y la vida desnuda

Filosofía

Nos hemos dado cuenta que murió. La muerte de Aylan da cuenta de forma estrepitosa en que Europa y el mundo perciben su muerte, mediante una fotografía que estalla de violencia, precariedad, impotencia y dolor. Su partida nos informa que alguna vez estuvo vivo, que tuvo un pasado, una historia una vida y familia. Que fue un niño, pero desnudo y precario dentro de un contexto que atenta contra los vestigios de una humanidad que clama por su existencia.