Miguel Ángel Hermosilla / ¿Qué es sublevarse? A propósito de “La Cam” y “Chem Ka Rakiduam”

Filosofía, Política

Jamás se ingresa a una batalla sino es porque ésta nos atraviesa. Rodrigo Karmy Bolton

Si la pregunta por el sublevarse de los pueblos y la violencia como “contra- movimiento” que los oprimidos desatan como respuesta de resistencia frente a la aniquilación de sus formas de vida y la usurpación histórica de sus tierras, queda siempre reducida a la categoría normativa y policial de terrorismo, sinónimo de muerte, violencia y horror que permanentemente cargan los que se defienden de la máquina de guerra fundante de los opresores, es porque la pregunta por la violencia queda siempre inscrita en el círculo mítico de la lengua jurídica- soberana del poder- la violencia instauradora, que se perpetua con las vestiduras del “desarrollo y el progreso constante de la historia”.

Miguel Ángel Hermosilla / El comunismo como felicidad parpadeante de los nadie

Filosofía, Política

“La stásis y no la polis el conflicto intestino antes que la tranquilidad de la ciudad”. Rodrigo Karmy: Stasiología; guerra, formas-de -vida y capitalismo.

Tal vez, ya no haya nada que leer, sino más bien arrojarse al contagio material de los cuerpos y sus modos de evadir el ejército biopolitico de las formas lingüísticas y la performantividad disciplinante del texto, o habría que inventar otros clinámenes de lectura, un poco más salvajes quizás, que, como pentagramas animados, ritmen la metáfora de la elusión del signo, que el saber de turno pautea para armonizar los sentidos en la direccionalidad única de la conciencia letrada.

Miguel Ángel Hermosilla / De lo ominoso y la imaginación en la escritura de Leyla Selman

Filosofía, Poesía

“Tal vez, un poema quiera ser entendido/extendido como oscuridad, como oscuridad del poema, vale decir, como la puesta en duda de cualquier posibilidad de existencia”1

Cuando el movimiento de las palabras retumba hacia el afuera de la lengua y todo lo familiar resulta una angustia radical, desconocida e “inquietante”, entonces el “lugar” de la escritura podría ser pensada topológicamente, es decir como “lugar” que “no tiene lugar” en la representación cartográfica que el poder define según la racionalidad antropologizante de la lengua imperial.