Maurizio Lazzarato / ¡Combatir la máquina genocida! Repensar el dos, la división, la revolución

Filosofía, Política

¡El neoliberalismo nunca ha existido!

El paso del fordismo al llamado neoliberalismo se produce a través del despliegue de la «potencia de lo negativo», ejercida no por individuos —como querría el liberalismo— sino por Estados, instituciones, monopolios, grupos sociales, partidos políticos, fuerzas militares, etc. La afirmación de un nuevo sistema económico‑político‑militar se realiza ante todo a través de la destrucción: negación de las clases tal como habían salido de la Segunda Guerra Mundial (tanto las clases revolucionarias del Sur del mundo como las comprometidas en luchas más reformistas, pero también las clases dominantes de inspiración keynesiana); negación de los dispositivos económicos de los «treinta años gloriosos» (el funcionamiento de la moneda, del salario, del welfare, de los servicios públicos, etc., según los principios keynesianos); negación de las instituciones de aquella época, en particular de la democracia, juzgada incompatible con el capital; negación de la cultura del «compromiso» instaurada en la posguerra.

Solo recordamos aquí algunas fechas «simbólicas» (y los acontecimientos que se les vinculan) de este proceso al mismo tiempo de negación y de afirmación, describible como una larga serie de decisiones, amenazas, intimidaciones, chantajes, guerras civiles, imposiciones unilaterales fundadas en la fuerza del imperio estadounidense. A diferencia de la transformación en curso, de la revolución conservadora de los años setenta y ochenta tenemos todos los documentos necesarios para hacer un balance de su desarrollo y podemos constatar fácilmente que se trata de la matriz de nuestro presente.

Nigredo / Notas preliminares sobre la revolución

Filosofía, Política

«Te decía: la insuficiencia de nuestro lenguaje es la medida de nuestra inercia en relación con las cosas; que no se pueden transformar cuando se ha perdido su sentido. Las conversaciones que he tenido me dan la impresión de que todo esto que encuentro y veo sea el pasado. […] Queda una facultad – la inteligencia – que no debe ser desertada, y un mundo por construir. Ahora, Nu, encontraremos otras palabras que reflejen los actos. Y, mientras tanto, me niego – después de este viaje a pesar de todo feliz – a lamentar esa mezquindad, este luto, que teniendo dimensiones insuperables, nos privaba de nuestras amarguras privadas, y las abolía». Danilo Montaldi París, ida y vuelta.

«La política revolucionaria era un modo quizás ilusorio de mantener la tragicidad de nuestra vida. Otras cosas son diferentes: por ej. las luchas en el lugar de trabajo, la rebelión capilar a los programas a la disciplina de la escuela, también estas son cosas hechas para no seguir adelante cada día del mismo modo y para arrancar algún día a la vida habitual, además de por otros motivos. Pero no es lo mismo, ya se sabe cuándo termina, como estar derrotados de antemano». Luisa Passerini, Diario de una militante.

En el texto siguiente trataré de esbozar algunas líneas de investigación y desarrollar algunas ideas aún embrionarias relativas al tema de la revolución. Estos elementos están principalmente ligados a un interrogante: la idea de «revolución» ¿es enteramente hija de la civilización capitalista en su gramática histórica, en su horizonte y régimen de temporalidad, o es posible un replanteamiento de tal concepto? ¿Se puede pensar la revolución fuera de lo que la ha caracterizado como «principio hegemónico»¹ moderno y por tanto – para usar las palabras de Jacques Camatte – como fuerza que integra² en la dinámica histórica del capital en cuanto totalidad, como «universal» que no deja ya nada (comunidad, área geográfica, esfera de la vida social) fuera de sí? ¿Se puede declinar la revolución fuera del triángulo que la liga a los conceptos de crisis y crítica³, en cuanto aceleradores del «fenómeno capital» y estímulos a su evolución, instancias de negatividad que son absorbidas llevando así al capital a actualizarse, a afirmar su comunidad universalmente y a superar todos los obstáculos que encuentra? Los ciclos revolucionarios que han caracterizado la historia contemporánea, sobre todo donde hayan obtenido victorias momentáneas, no dejarían ilusiones particulares en tal sentido, dado que han terminado por anexar a la modernización capitalista áreas geopolíticas que antes quedaban fuera.

Giorgio Agamben / Coyuntura y revolución

Filosofía, Política

Es un hecho sobre el que no deberíamos cansarnos de reflexionar que uno de los términos clave de nuestro vocabulario político –“revolución”– haya sido tomado de la astronomía, donde designa el movimiento de un planeta que recorre su órbita. Pero también otro término que, en la tendencia general a sustituir categorías políticas por categorías económicas que caracteriza nuestro tiempo, ha reemplazado a la revolución, proviene del léxico astronómico. Nos referimos al término “coyuntura”, al cual Davide Stimilli ha prestado especial atención en un estudio ejemplar.

Javier Agüero Águila / Metáfora y clinamen en el pensamiento de Louis Althusser. Un apunte sobre la herencia

Filosofía

Me preguntaba, una vez que se confirmó mi venida a La Paz, por qué yo vengo a un congreso sobre Louis Althusser. Un congreso, en principio, para especialistas; personas que han dedicado su vida a estudiar su filosofía y donde su nombre se invoca y resuena desde la potencia de un pensamiento incombustible, que creó época y destiló consecuencia en su teoría y en su praxis (siempre he pensado que Althusser le imprimió a la izquierda marxista francesa la dignidad que Sartre le negó). Porque yo no soy un “especialista” en su obra, no he sido influenciado –creo– por su vida política para hacer de la mía, como él sí lo hizo con pasión y generosidad, un testimonio para este tiempo, y lo cito: “para esta época a la que ninguna historia impulsa” (Pour Marx, 1965). Pero pensaba, a la vez, por qué no; por qué no ir a un encuentro sobre Althusser y en Bolivia, además; en La Paz hablando en las alturas (mal de Althu-sser); ¿qué me negaría esta posibilidad?: ¿mi declarada no expertis? ¿un cierto miedo devenido en respeto por referirme delante de quienes sí saben sobre su filosofía? ¿temor a hablar de Marx? ¿del marxismo? Temblor por decir: ¿“El capital”? ¿“materialismo aleatorio”? ¿“aparatos ideológicos de Estado”? ¿“análisis de coyuntura”? En fin.

Daniel Michelow / La violencia que todo lo da, la violencia que todo lo quita: Latinoamérica en la paradoja

Filosofía, Política

La pregunta por la esencia de la violencia revolucionaria guía el presente análisis. Dicha pregunta debe necesariamente ser hecha de manera doble: por una parte, respecto de la estructura de la violencia política en general y sus dinámicas internas y, por otra parte, en vistas a la naturaleza y posibilidad del fenómeno de la revolución en el escenario concreto de Latinoamérica. A continuación, ofrezco un bosquejo para ambos caminos.