Ronit Lentin​ / El genocidio no es una metáfora: reflexiones sobre Gaza y la negación del genocidio

Política

La pregunta que hay que hacerse es… ¿hasta cuándo vamos a negar que los gritos de la población de Gaza… están directamente relacionados con las políticas del gobierno israelí y no con los gritos de las víctimas del nazismo? (Edward Said, 1994)

Lo que estamos viviendo aquí en Gaza no es una guerra, sino un genocidio… La guerra es entre países que tienen ejércitos, armas y fuerzas aéreas. La guerra no se libra contra 2,3 millones de civiles que viven en un área de 360 kilómetros cuadrados y llevan más de diecisiete años sitiados (Ruwaida Amer, 2 de noviembre de 2023)

Un mes después del ataque genocida israelí contra Gaza, el ministro Amichai Eliahu hizo un llamamiento para lanzar una bomba nuclear sobre Gaza, afirmando que «Gaza tiene que dejar de existir… (Los gazatíes) no pueden vivir en esta tierra». Más tarde se retractó, diciendo que era «sólo metafórico». Pero el genocidio no es una metáfora, tomando prestado el ensayo de Eve Tuck y Wayne Yang, «La descolonización no es una metáfora».

Javier Agüero Águila / Amar al mundo

Filosofía

El relámpago no era más que una luz ordinaria, ¿Acaso nada podrá mantenerte aquí, mi amor. Leonard Cohen)

¿Y si el mundo fuera el amor? ¿El amor de alguien hacia un otro que en búsqueda de una cierta justica termina por abrazar al mundo, se recoge en él, se acoge y se confunde con él? Nos referimos a todo el amor del mundo que es el mundo; un mundo que contiene la promesa de amar incondicionalmente, más allá de toda muerte, de toda vida y en la sobrevida1, a ella, a él y a nosotros (en latín del pronombre personal “nos” y del adjetivo en plural “otros”; en latín, también, con el sufijo “ter” se forma el posesivo noster, nostra, nostrum. Puntualmente se entiende en su etimología como “yo y otros más”, es decir amar en singular y en plural tanto como se pueda, por lo tanto, amar a la vez todo lo que sea posible amar). ¿Pero este amor que es el mundo es una posibilidad para ir, directamente, al amor mismo? en el sentido de la rectitud –droiture2–, en otras palabras, a esa zona donde se juega sin condiciones la justicia, la responsabilidad, la hospitalidad, la herencia, el otro, en fin, todas figuras de amor en el mundo y a partir de las cuales se nos exige una respuesta, también, política.

Chiara Mammarella / Tenemos de pensamiento sólo lo que hemos imaginado y amado. Una perspectiva sobre el concepto de «imagen» entre Cavalcanti y Agamben

Estética, Filosofía

Dondequiera que se dirija la mirada hoy en día, el dominio de las imágenes parece imponerse.

Es a ellos a quienes uno mira para orientarse, para entender las cosas de un modo más inmediato y sencillo, para rescatar lugares y rostros del agujero negro del olvido, para encontrar un reflejo en el que espejarse, cristalización final de un yo que, altivo, desea verse tanto como ser visto.

La gente recurre a las imágenes hasta tal punto que acaba por adorarlas, a veces hasta el punto de confundirlas con la realidad -la pesadilla de la sociedad del espectáculo actual- o, en sentido contrario, odiarlas, encontrando en ellas la contrapartida figurada de las palabras «engaño» y «ficción».

Giorgio Agamben / Sobre las cosas que-no-son

Filosofía

Cristina Campo escribió una vez: «¿qué otra cosa existe realmente en este mundo sino lo que no es de este mundo?». Lo más probable es que se trate de una cita de Juan 18:36, donde Jesús declara a Pilato: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado por mí, para que yo no fuera entregado a los judíos. Ahora bien, mi reino no es de este mundo». Es entonces decisivo cuestionar el sentido y el modo de existencia de lo que no es de este mundo. Esto es lo que hace Pilato, quien, como queriendo comprender el estatuto de esta realeza especial, le pregunta inmediatamente: «¿Así que tú eres rey?». La respuesta de Jesús, para quien sepa entenderla, ofrece una primera indicación del significado de un reino que existe, pero que no es de este mundo: «Tú dices que yo soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad». Y en este punto, Pilato formula la infame pregunta, que Nietzsche llamó «la broma más sutil de todos los tiempos»: «¿qué es la verdad?». El reino que no es de este mundo exige que demos testimonio de su verdad, y lo que Pilatos no comprende es que algo puede ser verdadero sin existir en el mundo. Es decir, que hay cosas que de alguna manera existen pero que no pueden ser objeto de un juicio jurídico sobre la verdad o no verdad de los hechos, como lo que está en cuestión en el juicio que Pilatos está llevando a cabo.

Javier Agüero Águila / Badiou lee a Beckett (todo lo demás es divino)

Estética, Filosofía

La intención sería no es solo dar cuenta de lo que Alain Badiou piensa y escribe sobre Samuel Beckett, sino que intuir, ahí donde sea posible, la singularidad de la reflexión del filósofo francés que se desliza desde la lectura que hace y la admiración que profesa por la obra del escritor irlandés. Esa singularidad revela lo que un filósofo-escritor (novelista, dramaturgo, poeta) como Badiou, desde el momento en que descubre la obra de Samuel Beckett, puede advertir sobre la belleza y el amor, por ejemplo.